Los ciegos 'tocarán' el sol y la luna, gracias al braille
El olor a pintura aún se percibe. Sobre madera, una luna y un caballo negro en óleo están en alto relieve. A un costado de este cuadro se encuentra la réplica de una guitarra en miniatura. Ambas piezas en la parte inferior tienen información escrita en braille.
Las dos obras son parte de la exposición El arte de tocar, que será inaugurada hoy en el museo Nahim Isaías, en el centro de Guayaquil, en conmemoración del creador del sistema para las personas con discapacidad visual.
Su invento permitió que el colectivo pudiera leer y escribir. El artista plástico Lalinchi Arreaga Burgos, de 43 años, mentor de la exposición, recuerda que hizo 19 obras a pedido de un grupo de personas ciegas. “Me contaron que les gustaría saber cómo es tocar la luna, el sol, el fuego; cómo son los animales feroces y los calmados; qué forma tienen los bloques”.
Esta presentación -según el artista- es la cuarta en el mundo dedicada a personas invidentes. Su acercamiento con el colectivo se suscitó a través de la elaboración de un juego de entretenimiento que prepara para ellos.
Juan Pino, secretario de la Asociación de Ciegos del Guayas, expresa que el colectivo aún se siente marginado en algunas actividades. Confiesa que es la primera vez que entrará al museo y participará en una exposición. “La gente tiene que entender que nosotros no vemos, pero podemos sentir e imaginar”.
La muestra estará abierta hasta fin de mes y se estima que hoy asistirán 300 miembros del grupo.
Novedades para el colectivo
En los próximos meses de este año, las tiras cómicas de Mafalda, del dibujante Quino, serán publicadas en braille y estarán disponibles en escuelas. El proyecto ‘Descubriendo a Mafalda’ surgió tras un convenio entre la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Sennaf) de Argentina y el artista.
México es otro país que lanzó una tira cómica con este sistema de lectura. El escritor mexicano Jorge Grajales y el ilustrador Bernardo Fernández, BEF, crearon ‘Sensus. El universo en sus ojos’.
En Ecuador, el sistema braille llegó en 1945. Hace 25 años funciona una imprenta en Riobamba, la cual imprime libros educativos, cuentos para niños, fábulas, el alfabeto, la Constitución de la República y Ley de Discapacidades.
Mario Puruncajas, presidente de la Federación Nacional de Ciegos del Ecuador (Fence), explica que el braille permite que las personas se desarrollen en todos los campos, accedan a la educación y que sean autónomas: “No dependen de otro”.
Desde 2005 tiene un programa de alfabetización para ciegos, que beneficia a 8.000 jóvenes y adultos. Él considera que universalizar el sistema es complejo por el costo de la adaptación de textos. Puruncajas asegura que entre $ 100 y $ 120 cuesta un libro en braille.
También hay aplicaciones que fusionan la tecnología con el sistema braille (Helena Virtual Assistant y Braille Touch), que facilitan la lectura de documento en Word y PDF.
Ecuador cuenta con la app BraiLearn, creada en 2015 por Javier y Pablo Sarango, estudiantes de la Universidad Nacional de Loja. Pablo explica que la forma en que la aplicación representa braille en una pantalla táctil es mediante vibración. “Cuando el usuario desliza el dedo en cada punto que está en relieve el teléfono vibra”. (I)