“Los casos de biopiratería no alcanzan ni el 1%”
En 2010 la empresa francesa de cosméticos “Greentech” patentó un producto basado en el Sacha Inchi, un grano originario de Perú, rico en Omega 3, 6 y 9, que los pobladores de varias comunidades indígenas utilizan para evitar arrugas en la piel y, según dicen, “verse más hermosos”.
Entonces, la Comisión Nacional contra la Biopiratería del vecino país se percató de que “Greentech” empleó las propiedades de este producto ilegalmente y presentó análisis técnicos y logró que se invalide la patente.
Andrés Valladolid Cavero es el presidente de la entidad peruana desde 2007, la primera instancia de este tipo creada en el mundo. Desde que está al frente de la institución ha manejado 15 casos de biopiratería: acceso, uso o aprovechamiento ilegal e inequitativo de recursos biológicos y sus derivados, en especial mediante el uso de la propiedad intelectual, con la finalidad de irrogarse derechos exclusivos sobre estos.
Últimamente asesora a Ecuador en asuntos de gestión, conservación y acceso a recursos genéticos y de conocimientos tradicionales. Hace poco dictó talleres de búsqueda de casos de biopiratería en el país durante el Foro Internacional sobre los Conocimientos Tradicionales, Recursos Genéticos y Biocomercio que impulsó el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual.
¿Cuál es la realidad actual de los recursos genéticos en Perú?
Al establecer esta Comisión Nacional que trata la biopiratería nos convertimos en pioneros en cuanto a la defensa de recursos genéticos y conocimientos tradicionales, que son un patrimonio importante de la nación. Igual que Ecuador somos megadiversos y, también, centros de origen de cultura. Tenemos normativas de acceso a estos recursos genéticos y protección de colectivos indígenas; conformamos 13 entidades que actúan de modo intersectorial. Hasta la fecha hemos resuelto 15 casos de piratería en Perú. Operamos mensualmente, no por votación sino por consenso, pues el objetivo es claro para nuestra institución: beneficiar al país y a los indígenas.
¿Cuál es uno de los casos más destacados que la Comisión Nacional de Biopiratería del Perú ha atendido?
Pues, en 2003 la compañía estadounidense Naturex (USA), que elabora cosméticos para el cuidado de la piel, solicitó ante la Oficina Europea de Patentes el registro de un producto desarrollado -sin permisos legales- a partir de la maca. Esta es una raíz altoandina y endémica de Perú, que posee muchas propiedades. Nosotros presentamos una oposición a esa solicitud acompañada de una serie de documentos y análisis técnicos que sustentaban nuestra posición y recién en 2010 se le negó la patente. La maca es conocida como el “viagra andino”: aumenta la fertilidad humana y animal porque mejora la movilidad de los espermatozoides y la receptividad de los óvulos, también previene la osteoporosis, menopausia y el cáncer de próstata. En el mundo hay 300 productos patentados que fueron fabricados con esta raíz.
Desde su experiencia, ¿Cuál es el índice de biopiratería que existe en Sudamérica?
Del 100% de documentos de patente, que analizamos diariamente, hallamos que menos del 1% es de casos de biopiratería. Acusar a alguien de esto es fuerte; debemos estar seguros y tener pruebas sustanciales. También hay investigadores que trabajan de buena fe. Sin embargo, el acceso a recursos genéticos es un tema aún por investigarse. El reto es velar el cumplimiento de las normativas.
¿Qué políticas regionales precautelan estos conocimientos tradicionales?
Bolivia, Ecuador y Perú tenemos un régimen en común de acceso a recursos genéticos. De hecho, en foros emprendidos por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI),Organización Mundial del Comercio (OMC) o la Convención de Diversidad Biológica, la comunidad andina, una posición en común respecto a los conocimientos tradicionales, solicitamos el acceso legal a estos y lo promovemos a nivel mundial.
En 2014, Ecuador inaugurará la Universidad Ikiam. La división de “ciencias de la tierra” apunta al manejo, conservación y aprovechamiento sostenible de recursos naturales. ¿Cómo evalúa este proyecto educativo?
Me parece una excelente iniciativa. Sin embargo, deben partir por el respeto a los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas y en forma conjunta podrían desarrollar productos en los cuales se beneficien todos. Además, este país tiene la voluntad política de replicar una comisión, como la peruana, que debe respetar los criterios de sostenibilidad.
¿Qué novedades encontró sobre recursos genéticos de esta región?
El yacón se desarrolla desde Argentina hasta Colombia. En Holanda producirán una bebida rehidratante para la resaca con jarabe de yacón, lo desconocíamos. También sirve para la salud intestinal.