Las autoridades aseguran que hay un déficit
Los alumnos de la PUCE pagan hasta $ 600 más
Tres alternativas plantea la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Ecuador (Feuce) para que no se produzca un tercer aumento en las pensiones diferenciadas en lo que va el año.
En 2015, las autoridades de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE) establecieron un recorte del 20% del beneficio que recibían las 5 categorías de las pensiones, 10% en cada semestre. Por ejemplo, la categoría A, que atiende a los chicos de menos recursos económicos tenía un beneficio del 73%, es decir solo pagaban el 27% del valor real de la carrera.
Hoy este grupo que representa el 14% de la población estudiantil de este centro en Quito debe cancelar el 47% y subiría a 57% en los próximos meses.
En promedio, los alumnos que se educan en esta universidad al momento pagan entre $ 500 y $ 600 más que lo cancelado antes de la medida, que ya tiene un año de vigencia. Según los estudiantes, una nueva disminución de los beneficios representaría un pago de entre 700 y $ 900 más.
“Si se aplica la nueva disminución, la categoría A solo existiría de forma nominal, porque prácticamente desaparecería, lo que provocaría una salida importante de alumnos de esta universidad”, contó Alejandro Montúfar, presidente de la Feuce, quien indicó que se establecieron mesas de diálogo con las autoridades para crear opciones viables a nuevos costos.
La primera alternativa que plantea la Feuce es vincular el sistema de pensión diferenciada al índice promedial académico. Según datos de la Feuce, la PUCE estaría otorgando becas a chicos que no cumplen con el promedio requerido por una facultad y terminaban retirándose. “Se propone que los estudiantes que durante 2 semestres consecutivos no alcancen el promedio mínimo, suban de categoría de pensión diferenciada, de la A a la B y paguen más, pero se deberá tomar en cuenta la situación económica familiar del joven”.
La segunda propuesta es que se reestructuren las becas y se analice a quienes se las entregan tras un estudio socioeconómico que permita mayor equidad. “No puede entregarse becas del 100% a personas que tengan una buena situación económica”, dijo Montúfar.
La tercera alternativa es que la institución educativa elabore una oferta de servicios para la ciudadanía durante el período que generalmente se cierra. “La universidad en las vacaciones no debe quedar vacía, sino ofertar cursos de verano (..) y a futuro propedéuticos para abarcar el mercado de los estudiantes que quieren entrar a la PUCE, tal como lo tienen otras instituciones”. De esta manera el centro superior podría diversificar sus ingresos y no solo depender de las pensiones. El Consejo Superior de la PUCE definirá hasta finales de este mes la alternativa que implementará para solventar el déficit económico, que aseguran tener.
En el balance de la institución de 2013, colgado en la página web, se establece una pérdida en el ejercicio de ese año de $ 407.609. (I)