Londres se ha convertido en la “capital de las adicciones de Europa” por el  consumo de drogas y alcohol en la población, especialmente entre los jóvenes. Se trata de un hecho creciente que presiona a los servicios de salud. Esa fue la conclusión de un estudio elaborado por el influyente “think tank” Centro para la Justicia Social (CSJ, por sus siglas en inglés).

La entidad, que depende del Ministerio de Trabajo y Pensiones, indicó en un informe titulado “Sin soluciones rápidas” (No Quick Fix) que el abuso por el consumo excesivo de drogas y bebidas alcohólicas le cuesta al Reino Unido al menos 36.000 millones de libras esterlinas (55.780 millones de dólares) al año.

En su reporte dado a conocer este domingo, el CSJ advirtió que Gran Bretaña -pero especialmente Londres- se ha vuelto el centro europeo para páginas de Internet que comercializan drogas nuevas peligrosas, especialmente a adolescentes.

El “think tank” también criticó al gobierno de coalición, que encabeza David Cameron, por no resolver el creciente problema de adicción a la heroína en el país y el fácil acceso a bebidas alcohólicas que se venden a  bajo precio.

La entidad confirmó que el año pasado 52 personas en Inglaterra y Gales murieron a consecuencia del consumo de nuevas drogas, de 28 casos el año previo.

En Inglaterra hay 130 sitios de Internet registrados para vender las conocidas “drogas de discoteca”Esas sustancias, también conocidas como drogas de discoteca y que incluyen la mefedrona, nafirona, la benzilpiperazina (BZL) y la gama-butirolactona (GBL), pueden adquirirse en ciertos sitios online que las venden supuestamente como químicos de investigación y no para consumo humano. Algunas de estas pueden provocar hemorragias internas en órganos como la vejiga, envenenamiento de la sangre y hasta la muerte.

El CSJ informó que actualmente en el país hay 130 sitios de Internet registrados para vender esas sustancias, que son despachadas por el correo postal sin que los carteros se den cuenta.

En Gran Bretaña uno de cada 12 adolescentes ha admitido haber consumido alguna de esas drogas, que en porcentaje representa la cifra más elevada en Europa.

El CJS pidió a las autoridades implementar un nuevo sistema de prohibición, debido a que en los últimos tres años aparecieron en el mercado 150 nuevos narcóticos nocivos para el consumo personal.

El estudio también indicó que Gran Bretaña es solo el segundo peor país de Europa occidental por problemas de alcoholismo en hombres, mientras que el nivel de dependencia de las mujeres al alcohol es el mayor en   el continente. Uno de cada cuatro adultos en Inglaterra bebe alcohol a niveles nocivos, mientras que uno en 20 son “dependientes” a esas bebidas.

Noreen Oliver, presidenta del CSJ, afirmó que a pesar de haberse logrado un progreso lento en los últimos tres años “el gobierno debe hacer más para erradicar el problema de fondo de las adicciones  y de esa forma permitir que la población pueda desprenderse de esos malos hábitos”. “Los problemas por el consumo de alcohol están poniendo cada vez más presión en nuestros servicios de salud...”, agregó.

El problema ha empeorado ya que el gobierno redujo en los últimos años el presupuesto total de los centros contra la dependencia de drogas, en su campaña para reducir el déficit fiscal del país. Al menos 55 alcaldías de Inglaterra tuvieron que reducir o cerrar servicios de ayuda a drogadependientes debido a las medidas.

El estudio del CSJ también informa de una fuerte división norte-sur en lo que respecta a materia del alcoholismo, con 26 de 30 alcaldías del empobrecido norte de Inglaterra que registraron los mayores índices de problemas por consumo de alcohol, comparado con el sur más rico del país.

Aunque la entidad destacó que el gobierno ha reconocido los peligros por el consumo excesivo de alcohol “no está haciendo nada para impedir que las bebidas alcohólicas sean baratas y de acceso tan fácil”.

Tras la publicación del informe, el ministro para la Prevención del Delito, Jeremy Browne, indicó que el gobierno toma “muy en serio” las amenazas por la llegada de las nuevas drogas, principalmente entre los más jóvenes y vulnerables.