El euro sufrió su devaluación más grande en los últimos 20 años, y ahora la moneda europea equivale a 1,025 dólares en el mercado de divisas. Esto acerca la posibilidad de que el dólar y el euro, estén cerca de valer lo mismo. 

Tras la caída del euro, el presupuesto requerido para viajar a Europa disminuyó. Para los ecuatorianos que deseen visitar algún país europeo, estos serían los costos que deben cubrir para concretar un viaje.

Al encontrarse ambas monedas, en un precio casi similar, resultará más barato viajar a un país de la Unión Europea. El costo se verá disminuido, lo cual no implica que sea una “ganga”. El precio del vuelo, hospedaje y comida, son los que más interesan saber a los viajeros. 

El costo del boleto aéreo para países europeos, suele estar entre los mil y dos  mil dólares, esto depende del tipo de vuelo, las escalas, las fechas en las que se decida viajar, y sobre todo el destino. 

Por ejemplo, uno de los precios para un viaje de Quito a Bélgica, está en $1337; el vuelo tiene dos escalas, y toma alrededor de 20 horas. 

Ahora, en cuanto al hospedaje y la comida, dependerá mucho del presupuesto de la persona, y sobre todo cuánto estaría dispuesto a gastar. Se pueden encontrar hostales con habitaciones compartidas desde los $16 la noche, o incluso hoteles que van desde los $50, o incluso $100 la noche.

En ciudades como Madrid, París o Bruselas, una comida sencilla se puede encontrar desde los $23, e irá aumentando conforme el lugar, la ciudad, y lo que la persona elija. 

En cuanto a los viajes internos en Europa, es decir, de España a Italia, de Bélgica a Suiza, etc; una de las opciones más económicas es por tren internacional. Por ejemplo, una reserva para un viaje en tren de Amsterdam a París (Países Bajos a Francia), está en $30; los costos para viajes a otros países están desde los 20 a 50 dólares. 

Otra opción es viajar por avión, donde los costos aumentan. Por ejemplo, un boleto para un vuelo de España a Italia, está entre los 100 y 160 dólares. Los costos aumentan si el destino es mayor.   

Una vez analizado estos aspectos, se puede decir que para concretar un viaje a Europa, se sigue necesitando un presupuesto considerable, que será menor por la devaluación. 

El requisito principal para el ingreso a los 22 países de la Unión Europea, es la visa Schengen, que permitirá permanecer 90 días, en un periodo de seis meses. De hecho, para obtener este documento se debe contar con justificativos financieros, para así demostrar solvencia económica. 

Esto quiere decir que, por más que se haya devaluado el precio del euro, si la persona no justifica económicamente un motivo válido para viajar, no se le permitirá el ingreso a los países de la Unión Europea.

Para demostrar la solvencia económica, es necesario presentar los estados de cuenta de los últimos tres meses, invitaciones o reservas de hotel. En caso de negocios, tener el certificado que la empresa asume los costos del viaje, estados de cuenta con saldos de la empresa, RUC de la compañía, entre otros.      

La caída del euro ha hecho que los precios sean más competitivos, es decir, que se puede encontrar varias opciones para viajar.