Leonor Valarezo de Jiménez tiene 60 años y hace 7 modificó su vida, su forma de vestir y hasta la alimentación cuando le diagnosticaron psoriasis, una enfermedad a la piel que se manifiesta con la aparición de pequeños parches o placas enrojecidas, y con escamas plateadas, que se asemejan a la caspa.

La vergüenza a causa de las ronchas y la descamación, según Leonor, la llevó a andar “casi forrada”, refiriéndose al uso de blusas mangas largas y pantalones para ocultar las lesiones en su piel. “Al principio no le di importancia, me salieron en los codos puntitos rojos, como salpullido, luego en  las rodillas y en la cabeza. Tres meses después la picazón era insoportable, pero cuanto más me rascaba, más daño me  causaba por las uñas, por lo que acudí al doctor”.

Según la Organización Mundial de Salud (OMS), en el mundo existen más de 125 millones de pacientes con psoriasis y en 2013 acogió una solicitud para incluirla como enfermedad grave. (Ver infografía ampliada).

Martha Heras de Aguilar, jefa del servicio médico de dermatología del Hospital Teodoro Maldonado, explica que la psoriasis es una enfermedad hereditaria autoimmune y no contagiosa que puede presentarse de forma leve, moderada y severa.

Este último fue el caso de Leonor, quien desde el año pasado recibe tratamiento de terapia biológica que la unidad brinda hace dos años y medio.

La experta señala que la terapia engloba tres tipos de fármacos cardioprotectores (infliximab, vía intravenosa, etanercept, adalimumab se administra vía subcutánea), que actúan contra el factor necrosis tumoral alfa, que producen todos los pacientes y que forma la inflamación en la piel y en las articulaciones. Agrega que a partir del primer mes se ven las mejoras.

En el Hospital de Especialidades Guayaquil “Dr. Abel Gilbert Pontón” también se da este tratamiento en pacientes seleccionados.

César Rodrigo Huacho, líder del área de dermatología, indica que para los casos leves en el tratamiento inicial se administran corticoides tópicos y vía oral, pero si no hay resultados se recurre a la terapia biológica. “Cuando hay mayor cantidad de placas y pasa del porcentaje que manejamos, se les aplica”.

Asimismo, advierte que no manejar bien el tratamiento biológico puede repercutir en la salud, por lo que su administración se realiza únicamente bajo vigilancia médica. Además, el tratamiento supera más de 900 dólares en clínicas.

Comenta que diariamente llegan a su consultorio más de 5 pacientes con esta afectación. Según el galeno, en 2013 se incrementaron los casos de grado severo. “La psoriasis está asociada al estrés y a lo genético,  también a traumas psicológicos y alteraciones en la vida diaria”.

Deterioro en calidad de vida

Ricardo (prefiere no revelar su apellido), quien es diabético, es otro caso. Él tiene 48 años y hace tres convive con esta enfermedad. Cuenta que la presión en el trabajo (se dedica a la reparación de maquinarias) le produce más lesiones. “Hace un par de semanas las piernas se me estaban llenando de estas ronchas rojas pero logré contrololarlas. Es molestoso porque pica mucho y cuando hace calor es peor”.

Del mismo modo, Leonor, quien se desempeña como secretaria, recuerda que la aparición de estas lesiones causó que en el trabajo la rechazaran. “Les daba asco solo mirarme. No entendían que esto no era contagioso. Fue una temporada  dura, porque solo me pasaba llorando. Esta es una enfermedad que no se la deseo a nadie, al principio no la entendía. Ahora mi cuerpo está limpio con la terapia biológica”.

El doctor Huacho asegura que aunque originalmente la psoriasis era visible más en personas que pasaban los 30 años, actualmente trata un caso de un niño de 7 meses que padece esta enfermedad. Es tratado con corticoides en jarabes.

De hecho, según un reporte epidemiológico del Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel de República Dominicana, Ecuador se sitúa entre los países en los que se presentan casos de psoriasis en niños. “Cuando toman las medidas respectivas, tanto los adultos como  los menores, tienen notable mejoría, debido a que al ser una dermatitis que afecta psicológicamente el paciente se aísla. Se han dado casos de interconsulta psicológica porque han tenido intenciones suicidas”, indica el dermatólogo.

Cuidados y recomendaciones

Según el psicólogo clínico Víctor Vintimilla, muchas de las enfermedades de carácter dermatológico son psicosomáticas, por lo tanto es importante mantener una vida emocional equilibrada. Es vital tratar la ansiedad que acompaña a este tipo de enfermedad. De esta manera el paciente podrá prevenir estos estados ansiosos que aumentan la aparición de las lesiones. El que aprendan relajación profunda es beneficioso para ellos”, dice.

Para la psicóloga Susana Torres de Rumbea, el respaldo de la familia y conocer de manera profunda la enfermedad,  y lo que conlleva su tratamiento, ayudará a que los pacientes no caigan en cuadros depresivos y bajen su autoestima. Huacho aconseja  tener cuidados con el aseo diario y la hidratación  constante en las zonas afectadas y evitar que se expongan al sol. Señala que la administración de productos no recomendados por los médicos agrava el cuadro  porque se producirían úlceras en la piel y agretamientos.

La alimentación también debe ser controlada, según Heras. Por ello, cuando trata a los pacientes son derivados al nutricionista y a otros especialistas cuando lo requieren, como parte del trabajo multidisciplinario que se realiza.