La infertilidad tiene mayor incidencia en Pichincha, según INEC
Según el Anuario de Estadísticas Hospitalarias del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en 2010 se registraron 503 casos de infertilidad femenina, mientras que en 2011 la cifra ascendió a 578. La mayoría de casos se ha registrado en las provincias de Pichincha (266), Guayas (160) e Imbabura (21). De estos 578 registros, 396 causas no han sido identificadas, mientras que 157 son de origen tubárico.
En este contexto, especialistas sugieren que las mujeres puedan someterse a métodos alternativos para concebir, los cuales se han convertido en la salida para parejas que quieren hijos y no pueden lograrlo tradicionalmente. “La esterilidad se diagnostica a las pacientes que no han podido concebir después de un año de haber intentado quedar embarazadas sin utilizar ningún método anticonceptivo”, explicó Claudio Vallejo, ginecólogo – infertólogo.
El experto afirma que los ovarios poliquísticos, la anovulación (ausencia de ovulación) y las alteraciones uterinas pueden ser las causas principales de esta dificultad. “El 30% de pacientes son anovuladoras, es decir, no ovulan. En la mayoría de casos tienen antecedentes de ovario poliquístico, por lo que se procede a estimular la ovulación. La segunda enfermedad frecuente es obstrucción ovárica, es decir, la paciente no se embaraza por presentar inconvenientes en las trompas. Y también están las enfermedades de tipo infecciosas. Además hay casos en que mujeres ligadas, ya con un nuevo compromiso, desean tener otro niño”, anotó.
Paola Guevara, de 32 años, es una dermatóloga que logró quedar embarazada gracias al tratamiento de estimulación ovárica. Ella padecía de ovario poliquístico. “En seis años de matrimonio mi esposo y yo no podíamos tener hijos. Fue muy duro porque lo intenté varias veces y no me embarazaba, hasta que decidí irme a un centro especializado en el tema. Me hicieron muchos exámenes y detectaron que no podía ovular. Tenía ovario poliquístico, el folículo no se rompía y no salía el óvulo. Entonces me hicieron una estimulación ovárica”, dijo Guevara.
El tratamiento duró un mes y medio y consistía en la administración de medicamentos vía oral para, cuando Paola atraviese el tercer día de menstruación, proceder a la estimulación ovárica mediante inyecciones. Ella reveló que solo tuvo un óvulo. “Cuando mi único óvulo creció a 22 mm lo rompieron y me pusieron una inyección subcutánea en el ombligo. Después procedí al coito programado, es decir, tuve relaciones sexuales y esperé 12 horas para que el capullo donde está el óvulo (folículo) se rompiera y saliera. Me demoré tres horas más, sin embargo quedé embarazada. Tuve mucha suerte porque me dijeron que las posibilidades para concebir de esta manera es del 10%. Ahora ya tengo 18 semanas de embarazo”, agregó.
Por su parte Marcelo Flores, experto en el tema, indicó que la fertilización in-vitro es otra de las opciones a la cual pueden someterse las mujeres que padezcan de endometriosis (aparición y crecimiento del tejido endometrial fuera del útero, sobre todo en la cavidad pélvica como en los ovarios).
“La fertilización in-vitro es una fecundación extracorpórea, es decir, se extrae el óvulo del ovario y se une con el espermatozoide para formar un embrión. Después de dos o tres días de haberse formado el embrión, se introduce en el útero de la madre y podrá quedar embarazada”, explicó el infertólogo.
La colombiana Solangi Velásquez, quien vive en el país desde hace 11 años, confesó que se sometió a este tratamiento por más de dos años. Sin embargo, ya no quiso continuar debido a su edad. “Me casé a los 22 años y desde ahí intenté concebir. Pero a mis 28 me salió un quiste demasiado grande, del tamaño de la cabeza de un bebé, el cual se apegó a uno de mis órganos genitales. Entonces me operaron y quedé únicamente con una trompa y un ovario. Quería quedar embarazada hasta el año pasado, pero ya no quiero. Ya desistí de la idea de tener un hijo”, señaló.
Al respecto, Flores aconsejó la visita a un especialista cuando las parejas no hayan concebido después un determinado tiempo. Además explicó que la infertilidad es inversamente proporcional a la edad. “Si una pareja menor de 35 años después de haber pasado un año de relaciones frecuentes sin ningún método anticonceptivo no ha podido concebir, debe acudir a un infertólogo. Y en el caso de parejas mayores a esa edad que no conciban en 6 meses, igual deben acudir porque mientras más edad se tiene menos fertilidad se posee”.