“El Papa comparó nuestra labor pastoral con la atención en el campo de batalla que se brinda a los que caen heridos, a quienes hay que atender cor  urgencia y darles, a cada uno, el mejor recurso posible. Esa es la idea de esta encuesta”.

Así ejemplificó monseñor Antonio Arregui, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, a la  consulta convocada por el Vaticano a la comunidad católica mundial sobre determinados “problemas que algunas personas han considerado tabú”, admitió ayer en Quito, durante un diálogo con la prensa para convocar al próximo Congreso Nacional sobre la Fe.

DATOS

Según el Observatoriode la Niñez y Adolescencia (2010), un 9% de hogares es monoparental (un solo progenitor).

Datos del INEC (basados en el Censo 2010) indican que el 24% de los ecuatorianos vive en unión libre.  

Más números del INEC muestran que los divorcios han aumentado un 95% frente al 11,1% del incremento de los matrimonios.

El artículo 67 de la Constitución reconoce a la familia en sus diversos tipos y expresa que el Estado la protegerá como núcleo fundamental de la sociedad.

Pero en este artículo también se define el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujerDefinir cómo es una familia moderna es el eje transversal de la encuesta, que aborda temáticas como las uniones de personas del mismo sexo, los matrimonios acordados a través de una dote (entendida como precio para adquirir la mujer), la situación de loscreyentes divorciados y vueltos a casar con la imposibilidad de recibir los sacramentos, el porcentaje de familias que hay en uniones no religiosas ni civiles y su incidencia en la vida reproductiva.

Para Arregui, la encuesta “indica cómo se perciben estos problemas en la sociedad, si la legislación permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, la adopción para esas parejas, es decir, es informativa; y, por otra parte, se nos pide informar sobre las iniciativas de orden pastoral que se hayan experimentado para enfrentar esos problemas”.

El cuestionario, compuesto por 38 preguntas, entre las cuales constan: “El concepto de ley natural con relación a la unión entre el hombre y la mujer ¿es comúnmente aceptado como tal de parte de los bautizados en general?”, “¿Cómo es contestada en la práctica y en la teoría la ley natural sobre la unión entre hombre y mujer en vistas de la formación de una familia?, ¿Cómo es propuesta y profundizada en los organismos civiles y eclesiales?”, ya fue entregada a los obispos ecuatorianos y cada uno la aplicará de acuerdo a sus condiciones.

En algunas diócesis, los obispos contarán con el criterio de las universidades que están bajo su dirección, mientras que en los demás la consulta llegará a los sacerdotes y sus colaboradores, a los movimientos apostólicos y a las asociaciones interesadas por “esos problemas”, como los califica monseñor Arregui y  que afectan a las familias.

El documento que envíe la Conferencia Episcopal Ecuatoriana será apenas uno de los 120 aportes que recibirá el Vaticano para el Sínodo de Obispos sobre la familia, por realizarse del 5 al 19 de octubre del próximo año.

Sin embargo, entre los católicos las opiniones son diversas. Wilson Cárdenas, activista de la comunidad GLBTI, expresa que la consulta busca apenas un diagnóstico de la realidad, pero no cree que la doctrina de la Iglesia se transforme. “Hay muchos dogmas que se sostienen a lo largo de la historia y han generado exclusión entre quienes piensan difente. Todo eso ha hecho que muchos nos alejemos de la religión, aspectos que van más allá de mi condición de homosexual”, anotó.

Al respecto, monseñor Luis Cabrera, vicepresidente de la Conferencia Episcopal, aseguró que la actitud pastoral siempre “ha sido de apertura -bajo ciertas excepciones que no podemos desconocer-, de manera que no ha existido una palabra de rechazo ni condena”. Anotó que la consulta enviada por el papa Francisco se propone abordar esos temas desde diversos puntos de vista para mejorar el trabajo pastoral de la Iglesia, que es la meta actual.