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Ecuador custodia su diversidad con 14 planes de conservación

De los 14 programas de conservación vigentes en el país, cuatro corresponden a aves, entre ellas el cóndor andino. Otros seis planes están dirigidos a mamíferos, entre ellos el oso de anteojos, el jaguar, el tapir, la vicuña, el pecarí y varias especies de primates.
De los 14 programas de conservación vigentes en el país, cuatro corresponden a aves, entre ellas el cóndor andino. Otros seis planes están dirigidos a mamíferos, entre ellos el oso de anteojos, el jaguar, el tapir, la vicuña, el pecarí y varias especies de primates.
Miguel Jiménez / ET
09 de junio de 2019 - 00:00 - Amanda Granda

Los resultados del Centro de Monitoreo de la Conservación del Ambiente, publicados en la revista National Geographic, destaca que Ecuador es uno de los 10 países del mundo con mayor biodiversidad.

El territorio nacional es el hogar de 4.738 tipos de aves, mamíferos, peces de agua dulce, anfibios y reptiles.

A este registro se suma el descubrimiento permanente de nuevas especies de fauna. Datos del Ministerio del Ambiente (MAE) indican que desde 2016 hasta 2018 se descubrieron 102 nuevas especies de aves, anfibios y reptiles. El docente investigador y curador de anfibios de la Pontificia Universidad Católica (PUCE), Santiago Ron, calcula que cada año en el país se descubren entre ocho y 18 tipos de anfibios.

Si bien el descubrimiento de especímenes es evidente, la amenaza también lo es. En el país existen 40 especies en peligro crítico, tres localmente extintas, 114 vulnerables, 71 en peligro y 162 casi amenazadas. El Libro Rojo de Mamíferos de Ecuador señala que 101 de estas especies están catalogadas como amenazadas.

Con el objetivo de proteger esta biodiversidad, el MAE mantiene operativas 14 estrategias y planes de acción para la conservación de especies amenazadas (ver infografía).

Seis de ellas corresponden a mamíferos. El jaguar, el oso de anteojos, la vicuña, los primates, el tapir y el pecarí cuentan con un programa a favor de su conservación. El Plan de Acción para la Conservación del Jaguar en Ecuador se presentó en 2014. Este animal es uno de los tres tipos de felinos más grandes del mundo, es considerado una especie en peligro de extinción. Las poblaciones que habitan en la Costa están categorizadas en peligro crítico; mientras que las de la Amazonía en peligro.

Con base en estudios de cobertura vegetal y uso del suelo, se estima que el rango de distribución del jaguar se ha reducido en 30%, aproximadamente, en la Amazonía.

Datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indican que en las últimas dos décadas el número de estos animales disminuyó  en 25%. Actualmente, en el mundo quedan 64.000 ejemplares en estado silvestre; de estos, el 90% habita en la Amazonía.

En Ecuador no se conoce con exactitud la cantidad de ejemplares silvestres. 17 jaguares viven en cautiverio en  las unidades de manejo de fauna del país. Uno de ellos es Felipe, un mamífero de 24 años que llegó al Zoológico de Guayllabamba cuando se inició.  En noviembre de 2015, el felino se convirtió en papá de dos crías.

El biólogo Carlos Peralta sostiene que la reproducción en cautiverio es positiva, no solo porque abre las posibilidades de un manejo poblacional fuera del hábitat natural de los animales; sino porque mejora la situación de los animales mantenidos en cautiverio. Indicó que “tener una pareja y no animales solitarios, les proporciona una mejor calidad de vida”.

Otro de los mamíferos protegidos es el oso de anteojos. Se estima que Colombia, Venezuela y Ecuador albergan al 60% de toda la población regional de esta especie.

En el país el oso de anteojos es una especie en peligro, se estima que sus poblaciones se redujeron en por lo menos 25%, como consecuencia de la pérdida de su hábitat y la cacería.

El tamaño poblacional de la especie es pequeño (menos de 2.500 individuos adultos) y ninguna subpoblación supera los 250 ejemplares maduros. El plan de conservación de este mamífero, vigente desde 2010, advierte que, si la pérdida de hábitat y la cacería de osos continúan, esta especie se extinguirá en los próximos 30 años.

En la actualidad, las poblaciones de oso andino habitan en un área aproximada de 58.000 kilómetros cuadrados, entre el páramo y el bosque nublado, y de estos alrededor de 19.000 km² se encuentran en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

Según el MAE, aproximadamente el 20% del territorio nacional está protegido en 44 reservas y parques naturales. Uno de ellos es la Reserva Antisana, ubicada en el suroriente de Quito. Ese ecosistema es el hábitat del ave emblema de Ecuador: el cóndor andino.

De los 14 programas de conservación, cuatro están dirigidos a una especie de ave. El último censo nacional de cóndores realizado en  2018 contabilizó a 150 ejemplares en estado silvestre.

Para que una población de este tipo permanezca en el tiempo, debería tener al menos 700 parejas reproductivas. Según el censo, en el país solo se podría conformar 40, específica Fabricio Narváez, técnico de campo del Proyecto de Investigación y Monitoreo Ecológico del Cóndor Andino y miembro de la Fundación Cóndor Andino.

En los últimos meses, el envenenamiento, la presencia de perros ferales en las zonas en las que habitan las aves y la cacería han puesto en mayor riesgo su situación.

Diego Medina, veterinario y encargado del Estudio Forense del Centro Veterinario Planeta Vida de Cotopaxi, calcula que hasta el momento en esa provincia han muerto entre 15 y 20 ejemplares; a tres les realizaron exámenes, se presume que los otros fueron enterrados por temor a represalias legales.

Como parte de los programas de conservación, en el país se liberaron tres cóndores con dispositivos de rastreo digital. A ellos se suman tres ejemplares de oso andino y un individuo de papagayo de Guayaquil. (I)

El equilibrio del ecosistema depende de las especies

Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que la biodiversidad es la base de la vida y de los servicios esenciales que brindan los ecosistemas a la humanidad.

El documento sostiene que la biodiversidad es el fundamento del desarrollo sostenible de la población en todos los sectores económicos, como la agricultura, la silvicultura, la pesca, la industria farmacéutica, el turismo, entre otros. “Al detener la pérdida de la diversidad biológica estamos invirtiendo en la gente, sus vidas y su bienestar”.

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la tasa de desaparición de especies en el último siglo es mil veces superior a la natural.

La destrucción de los hábitats, la extracción insostenible de los recursos naturales, las especies invasoras, el calentamiento global o la contaminación son algunas de las principales amenazas contra la biodiversidad.

En cualquier ecosistema del planeta, la presencia de árboles y plantas es imprescindible. Eso se debe a su capacidad para transformar el dióxido de carbono (CO2) en el oxígeno (O2) que los demás seres vivos necesitan para poder existir. Los expertos sostienen que las especies cumplen un rol que mantiene el equilibrio natural. (I)

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