A sus 14 años, Leonardo admite que ya fumó en una ocasión. Lo hizo por curiosidad, para conocer el sabor que dejaba el tabaco en su boca, pero la primera impresión que se llevó fue desagradable. “No me gustó”, dijo mientras mostraba una expresión de rechazo.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), el 14,5% de los adolescentes en el país ha fumado alguna vez. Estos jóvenes empezaron a fumar a los 8 o 9 años. El 4,6% son hombres y el 1,7% son mujeres.

Aunque Leonardo asegura que después de esa experiencia no ha tenido ganas de fumar, para los especialistas, ese puede ser el inicio de un futuro dependiente del tabaco y posteriormente de otro tipo de drogas, como la marihuana.

El psicólogo Andrés Ashby admite que la curiosidad es parte del período de la adolescencia, por lo que es necesario que los padres presten atención a los hábitos que puedan adquirir sus hijos.

En ello coincide la responsable del Programa de Prevención de Tabaco del Distrito 1 de Salud en Guayaquil, Mercedes Landívar, quien asegura que el grado de curiosidad en los adolescentes es muy alto. “Ellos creen que fumar cigarrillos es de adultos y con eso tratan de demostrar que han crecido”.

Landívar sostiene que todo parte del entorno familiar. “De repente el padre o tío fuma, y eso se va arrastrando como un mal ejemplo”.

De allí destaca que lo más importante es trabajar en prevención hacia la población adolescente, a nivel de colegios, escuelas y en las salas de espera de los centros de salud, para darles a conocer las consecuencias del consumo de cigarrillo y cómo los fumadores pueden llegar a padecer enfermedades, como cáncer de pulmón, vejiga o lengua.

La nicotina y el alquitrán del tabaco mata al año a 6 millones de personas, de las cuales 600.000 son fumadores pasivos, es decir solo inhalan el humo del cigarrillo. Esto son datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

John Jairo, de 15 años, manifiesta que en el colegio en donde estudia, tanto profesores como capacitadores han dictado charlas sobre los efectos del tabaco. “Yo sé todo el daño que provoca el cigarrillo y no quisiera dañar mis pulmones, pienso en el futuro y no quisiera estar enfermo solo por fumar”.

La líder en prevención, Landívar, espera que el mismo pensamiento de John Jairo sea replicado entre la población adolescente, porque considera que la única manera de enfrentar la enfermedad es a partir de la prevención a temprana edad. “Los avances van de la mano con la intervención de toda la comunidad”, puntualizó. (I)

Leyes antitabaco sancionan el consumo dentro de espacios públicos cerrados

A partir de mañana la capital de China, Pekín, se sumará a las ciudades que prohíben fumar en los lugares públicos cerrados.

Los locales comerciales que incumplan la norma serán sancionados con una multa que podría alcanzar los 10.000 yuanes (1.600 dólares), mientras que a los fumadores que infrinjan la regla tendrán que pagar una sanción de 200 yuanes (32 dólares).

En Latinoamérica, México y Brasil también cuentan con una ley antitabaco.

En ella se imponen multas que pueden ir de una simple advertencia a una sanción máxima de 1,5 millones de reales (590.000 dólares) y el retiro de la licencia comercial, como ocurre en la nación brasileña.

México endurece sus normas a quienes consuman tabaco en los espacios cerrados de uso público o privado, tales como escuelas, servicios de salud, casinos, bingos, bares, restaurantes, teatros, museos, bibliotecas, transporte público,entre otros.

Entre las acciones emprendidas por Ecuador está la Ley Orgánica para la Regulación y Control de Tabaco (Lorct), aprobada en 2011, y su reglamento en 2012.

Esta ley aborda las responsabilidades del Estado, restricciones para la venta, disposiciones del empaquetado, etiquetado, advertencias y presentación, disposiciones de la publicidad, promoción y patrocinio, restricciones al consumo, disposiciones de la participación ciudadana y acción pública, y medidas fiscales. Desde el 15 de julio, 6 nuevas etiquetas deberán ser colocadas en las caras frontales de las cajetillas.

En 2015, la OMS pone énfasis en acabar con el comercio ilícito de productos de tabaco, que no solo es un problema exclusivo de los países de ingresos altos, sino que también es un importante motivo de inquietud a escala mundial.

En respuesta a esta problemática, la comunidad internacional negoció y adoptó en noviembre de 2012 el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco, el primer protocolo del Convenio Marco de la OMS para el Control de Tabaco (CMCT).

Ecuador suscribió este protocolo en 2013 y al momento la ratificación se encuentra en análisis en la Asamblea Nacional. El CMCT es el primer tratado internacional auspiciado por la OMS, que cubre un 90% de la población mundial bajo sus amparos legales. En Ecuador es un instrumento jurídico de alta jerarquía, desde la ratificación en la sede de las Naciones Unidas en 2006. (I)