La ONG Amnistía Internacional (AI) denunció el “peligroso incremento” de la persecución social e institucional de las minorías sexuales en África Subsahariana, donde la homosexualidad está tipificada como delito en más de 30 países.

“Los actos homosexuales están cada vez más criminalizados en toda África", afirma la organización pro derechos humanos en un informe presentado  con el título "Haciendo del amor un crimen”.

AI advierte que “varios gobiernos buscan” aprobar o endurecer leyes que persiguen la homosexualidad, hasta el punto de contemplar la pena de muerte como castigo.

El estudio, de 125 páginas, cita casos como el de Uganda, cuyo Parlamento debe votar un proyecto de ley “antihomosexualidad” que, en su versión original, preveía la pena de muerte para los casos de “homosexualidad agravada”, en alusión a casos como la violación homosexual.

El estudio cita casos como el de Uganda, donde se debe votar un proyecto de ley “antihomosexualidad”Tras una fuerte presión internacional contra el proyecto de ley, las autoridades ugandesas han prometido eliminar la pena máxima del texto legislativo. El borrador pone asimismo fuera de la ley a quienes no denuncien a las autoridades ugandesas los comportamientos homosexuales de los que tengan constancia.

El informe de AI -basado en más de 60 entrevistas a homosexuales, activistas y expertos médicos y legales de la región- recoge también casos menos conocidos, como el del joven Estado de Sudán del Sur.

Proclamado como país soberano en 2011, Sudán del Sur contempla en su código penal hasta diez años de cárcel por lo que considera "intercambios carnales que van contra el orden natural", según documenta la organización defensora de los derechos humanos.

Asimismo, AI critica la adopción en los últimos años de medidas similares en Burundi, Nigeria y Liberia. El documento recuerda que, en algunos estados musulmanes del norte de Nigeria y en países influenciados por la sharia (ley islámica) como Somalia y Mauritania, la homosexualidad se castiga con la pena de muerte.

Estos países son solo algunos de los 38 estados africanos que penalizan legalmente las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. En esos países -y en otros que no castigan la homosexualidad-, Amnistía denuncia que se producen “detenciones arbitrarias” y ataques verbales homofóbicos de origen político y religioso.