7,2 millones de latinoamericanos tienen hepatitis C
El diagnóstico oportuno de la hepatitis C es fundamental para evitar complicaciones como la cirrosis o el cáncer de hígado y si se recibe el tratamiento adecuado es posible curarse completamente.
Así lo afirmó Enrique Wolpert Barraza, presidente del Comité Científico de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática.
“El reto de la hepatitis C es el diagnóstico oportuno, pues al ser una enfermedad que no da síntomas, puede evolucionar hacia formas crónicas como hepatitis crónica, cirrosis o cáncer de hígado”.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 185 millones de personas en todo el mundo están infectadas por el virus de la hepatitis C (VHC), de las que cada año mueren 350.000.
Se estima que en Latinoamérica 7,2 millones de personas viven con hepatitis C crónica, de las cuales solo el 25% tiene un diagnóstico y de ellas 300.000 reciben tratamiento.
Se prevé que un tercio de las personas cuya infección deriva en enfermedad crónica acabarán sufriendo cirrosis o cáncer de hígado.
“Esto es un problema grave de salud pública”, explicó Wolpert Barraza.
El especialista aseguró que lo irónico de la enfermedad es que, al ser detectada a tiempo, se puede curar al 100%. Sin embargo, como no genera ningún síntoma, el diagnóstico se dificulta.
“Detectarlo y tratarlo a tiempo es fundamental para eliminar el virus. A diferencia de otras enfermedades como el VIH, donde este solo queda inactivo, en la hepatitis, con los medicamentos, lo podemos eliminar”.
Agregó que en México el diagnóstico de la hepatitis C se realiza a través de una prueba “muy sencilla, barata y sensible a todas las personas que tengan factores de riesgo”.
Es decir, a pacientes que hayan tenido una transfusión de sangre antes de 1995, los que usen drogas inyectables, aquellos que se hagan tatuajes o perforaciones en establecimientos insalubres, y las personas que tengan sexo sin protección con diferentes parejas.
En México, según el galeno, se estima que existen entre 400.000 y 600.000 enfermos con hepatitis C que requieren tratamiento para evitar cirrosis o cáncer.
“Sin embargo, la mitad o más no saben que tienen la enfermedad. Por eso es un problema de salud pública que requiere de toda la atención del sector de salud”.
Es por ello que, con el objetivo de revisar, analizar, discutir y emitir recomendaciones sobre la mejora en las políticas de atención y control de esta enfermedad, se creó la Coalición para el Estudio de la Hepatitis C.
En ese organismo especializado, recalcó Wolpert, participan instituciones públicas y privadas, académicos, sociedades médicas y organizaciones de la sociedad civil.
México, el segundo país más afectado
El coordinador del organismo dijo que México es el segundo país en América Latina con mayor número de afectados por el VHC.
El especialista refirió que si se quiere cumplir con las metas establecidas por la OMS -que buscan reducir en el 90% el número de nuevos casos de hepatitis C para el año 2030-, es necesario el trabajo en conjunto de la sociedad y las instituciones de salud.
Debido a ello, la Coalición elaboró un documento en apoyo a las autoridades de salud, para la creación del Programa de Acción Específico de Atención y Control de la Hepatitis C en México.
“El documento tiene propuestas que permiten diagnosticar y referenciar a los pacientes de manera más eficaz a las instituciones de salud que cuenten con el tratamiento”, afirmó Wolpert.
“Entregaremos ese documento a quien resulte ganador de las elecciones presidenciales el próximo 1 de julio. Queremos que tomen medidas de salud para que todos los diagnosticados tengan un tratamiento oportuno y la posibilidad de curarse al 100%”. (I)