Los jóvenes han sido tradicionalmente relegados por el sector turístico debido a prejuicios como que, por ejemplo, no poseen dinero.   

Así lo afirma Patricio Arcos, licenciado en Turismo de la Universidad Laica, quien es un convencido del potencial de ese segmento. “El joven viaja en grupo y tiene objetivos distintos a una persona que viaja con su familia. Busca conocer gente, experimentar, mientras que el paseo familiar es más para descansar”.

Por eso se realizó la I Feria de Turismo Joven, un evento “dirigido a gente joven y a los no tan jóvenes, pero que tienen espíritu de juventud”. La organización de esta exposición le tomó 7 meses.

En la feria, que se cumplió en la plazoleta central de la Universidad Laica, hubo stands con ofertas turísticas y proyectos de emprendimiento. “Decidimos hacerla en una universidad pues, ¿qué mejor forma de llegar a los jóvenes que en un de  centro de estudios?”, comentó Arcos.

El mentalizador del evento, Patricio Arcos, espera realizar la segunda edición de la feria el próximo año.El Ministerio de Turismo auspició el evento y tuvo su propio espacio, en el que promocionó los diferentes destinos a nivel nacional. Entre los productos que se ofrecieron estaba el ‘Tren Crucero’, que a principios de mes recibió en Londres el premio Wider World Project, como mejor producto turístico fuera de Europa.

Hubo también compañías de turismo, de enseñanza de idiomas y de audio y video, conformadas por jóvenes emprendedores. Se instaló además un stand del grupo de rescate animal Amigos con Cola.

Entre los proyectos de emprendimiento se encontraba el de Paola Guadamud,  joven licenciada en Turismo que decidió, junto con su familia, hacer empresa. Ella creó una línea de productos artesanales y naturales, hechos con mango.

Tiene tres variedades: chutney (especias) de mango, mermelada de mango con ají y de mango solo. También el bavarois, que es un mousse elaborado con mango. Pero el producto que más acogida tuvo fue el mango encurtido en un vaso plástico que los estudiantes podían adquirir y llevar. “Todo lo hacemos en una hacienda que tenemos en Nobol”, comentó Paola.

La Fundación Dukers, cuyos voluntarios acogen a turistas y les enseñan la historia y sitios turísticos de Guayaquil, también estuvo presente. Su presidente, Douglas Reyes, les explicó a varios estudiantes el trabajo que realiza su fundación.