Gran Bretaña se opone a norma
El primer ministro británico, David Cameron, manifestará al presidente de Rusia, Vladimir Putin, su preocupación por la nueva ley rusa contra la propaganda homosexual, durante la reunión del G20 que empieza hoy en San Petersburgo.
En una respuesta parlamentaria por escrito divulgada ayer, Cameron se comprometió a expresar su inquietud tras la aprobación de una ley que impone fuertes multas a cualquier persona que facilite información sobre la homosexualidad a menores de 18 años.
El primer ministro respondió a una pregunta sobre este tema que había formulado por escrito el diputado laborista Kerry McCarthy. “El Gobierno comparte la preocupación por las crecientes restricciones a las libertades de los LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) en Rusia”, manifestó Cameron.
Según indicó, funcionarios británicos manifestaron su preocupación sobre la situación desde que la primera ley regional de este tipo fue presentada en 2012.
El primer ministro descartó la posibilidad de “boicotear” los Juegos Olímpicos de Invierno 2014 en la ciudad rusa de Sochi como medida de protesta por esta ley contra los homosexuales, como lo había pedido el actor británico Stephen Fry.
En una carta abierta enviada recientemente a los medios, Fry aseguró que el presidente ruso convierte a los homosexuales en “cabezas de turco, tal y como Hitler hizo con los judíos”.