Los Gay Games, diversidad y deporte en París
Los Gay Games, que se celebran en París hasta este domingo 12 de agosto, no ensalzan únicamente el deporte y la diversidad, también ofrecen un respiro a los atletas originarios de países donde la homosexualidad debe ser escondida para no ser perseguidos.
Es una competición de carácter festivo en la que los atletas compiten para derribar estereotipos y visibilizar al colectivo LGTBI.
Con el lema “All equal” (“Todos iguales”), los participantes amateurs compiten en 36 disciplinas, que incluyen atletismo, natación, ciclismo, boxeo, fútbol, yudo, tenis y bádminton, además de otras categorías, como la danza urbana.
Zhang Nan debería estar asistiendo a un curso de francés. Eso es lo que dijo a su familia de China para esconder su participación en las pruebas de tenis de mesa de los gay games.
Ellos no saben que Zhang está en París para vivir libremente su homosexualidad, durante una competición que reúne a 10.000 participantes provenientes de 90 países. “Mi familia es muy tradicional”, explicó.
“Aunque mis amigos lo saben, es difícil vivir abiertamente la homosexualidad en China. El gobierno nunca habla de este tema”, lamentó el joven, cuya sonrisa desaparece cuando se refiere a la suerte que corren las personas homosexuales en su país.
A sus 21 años, Zhang Nan participa en esta décima edición de los gay games con otros cuatro jugadores chinos de tenis de mesa formando parte de una delegación compuesta por 69 miembros.
“Realmente hay mucho nivel aquí, la competición es exigente. Pero he venido aquí, sobre todo, para encontrar un novio”, bromeó.
Mientras tanto, Jay Mulucha, jugador de baloncesto transexual, aseguró que en su país (Uganda) “ser gay es ilegal.
Los que abiertamente se declaran gays corren el riesgo de ser golpeados en la calle, desalojados de su hogar, encarcelados o ser asesinados en el peor de los casos”.
Impulsado por sus hermanos y hermanas, Mulucha se acercó al baloncesto en la secundaria. Destacó por sus cualidades atléticas y obtuvo una beca para unirse a una universidad en Uganda, de la cual prefiere no decir el nombre.
Compatibilizó el baloncesto y la informática, escondía su identidad sexual hasta que un día los responsables de la universidad descubrieron en la prensa imágenes de Jay que participaba en una manifestación LGTBI.
“Me retiraron la beca y tuve que dejar mis estudios”, explicó Jay.
Expulsado de su escuela, rechazado por su familia y agredido en varias ocasiones, él, quien nació en un cuerpo de mujer pero se siente hombre, decidió sacar a la luz su lucha. “No quiero esconderme más”.
Actualmente es director de la FEM Alliance Uganda, organización creada en 2011 para defender los derechos de personas LGTBI. Además creó el primer equipo de baloncesto gay y trans del país, que cuenta en estos momentos con una quincena de deportistas.
“Se sienten como en casa en nuestro equipo, pero encuentran muchas dificultades para financiar sus transportes, sus comidas, sus equipamientos (...). Algunos pierden la moral. Pero resulta un orgullo para nosotros ser el único equipo de este tipo”.
Jay explicó que ellos triunfaron, presionaron a la federación ugandesa para que dejara participar a su equipo en las competiciones nacionales, en un país donde el baloncesto es un deporte popular.
“Solo trato de crear un lugar para que todos puedan expresarse. Sueño que algún día Uganda acoja los gay games”, indicó.
Por su parte, Yulia Zhdanova es heterosexual, pero no ignora las dificultades de las bailarinas lesbianas rusas que entrenan en los gay games. “Los padres de algunas no saben que ellas son lesbianas. Es muy difícil en nuestro país que esta situación progrese”, afirmó.
En Rusia la homosexualidad estuvo considerada como crimen hasta 1993 y como una enfermedad mental hasta 1999. Desde 2013 una ley también castiga con multas y cárcel cualquier acto de “propaganda” homosexual ante los menores. “Para algunos rusos ser gay es anormal, inmoral, casi una enfermedad”, confirmó Yulia.
“Como otro grupo fue atacado y golpeado, tenemos que entrenar en una habitación donde cerramos la puerta con llave”, contó la joven, quien también es bailarina.
Aseguró que la parte económica es muy difícil para encontrar fondos para financiar sus trajes, por ejemplo. “Pero, no nos gusta pelear, preferimos la diplomacia”, manifestó.
Orígenes de los gay games
Los gay games se realizaron por primera vez en 1982 en San Francisco (EE.UU.), bajo el liderazgo del fallecido atleta olímpico Tom Waddell.
El especialista en decatlón impulsó la iniciativa luego de formar parte de un equipo de bolos gay con su pareja en California.
La idea de Waddell era crear un acontecimiento deportivo donde no importara el sexo, religión y raza. Su premisa era que la inclusión y el respeto sea lo primordial.
Hasta el momento se desarrollaron 10 ediciones: San Francisco, Nueva York, Ámsterdam, Sídney, Chicago, Colonia, Cleveland, Vancouver y París. Funcionan de la misma forma que los Juegos Olímpicos, es decir, cada cuatro años.
Aunque a diferencia de la cita olímpica, los gay games han sido posibles por las donaciones y patrocinios.
La organización del evento argumentó que en dichos juegos “todos ganan”, ya que la mayoría de los participantes provienen de países con políticas muy represivas contra el colectivo LGTBI, como Rusia y China.
Por eso, los juegos, según la organización, son una oportunidad para mostrar ante sus naciones que la diversidad es un hecho y no lo pueden negar.
Agregó que en el ámbito deportivo hay pocos referentes que reconocieron públicamente su sexualidad, por eso la organización busca que se visibilicen los gay games. (I)