Fundación apoya el rescate de los animales
Martina es una perrita mestiza. Ella fue reportada vía redes sociales, se encontraba en la calle ensangrentada.
Los voluntarios de la fundación AlmAnimal se organizaron para emprender el rescate. Llevaron a la perrita a la veterinaria.
Los voluntarios por lo regular son capacitados por médicos, para que tengan conocimientos de primeros auxilios y así puedan salvar la vida de los animales en una emergencia.
Martina había sido atropellada. El veterinario José Jaramillo dijo que presentaba una lesión en la pata posterior izquierda. Perdió gran parte de su piel en la parte afectada y tenía la carne expuesta.
Stephanie Paladines, administradora del refugio AlmAnimal, manifestó que el can fue operado y estuvo en un hogar temporal tres meses. “Ella mejoró, engordó, incluso fue adoptada, pero la devolvieron porque su comportamiento es enérgico”.
Finalmente, en la última feria de adopciones que habitualmente realizan, logró encontrar una familia.
“Fue mi hijo que me enseñó el anuncio del evento y decidimos ir. Al llegar, Martina se nos acercó cariñosa. Supimos lo que le había pasado a su patita. Nos dijeron que la perrita era demasiado inquieta, pero en realidad es muy cariñosa e inteligente. Mi otra mascota necesitaba una amiga”, comentó su nueva dueña.
Los esfuerzos para salvar a un animal son grandes. Desde costos de movilización, gastos veterinarios, medicina, alimento y, sobre todo, mucha paciencia.
Diego Chiquito, voluntario de la fundación AlmAnimal, añadió: “rescatamos animales y los recuperamos, nuestro objetivo es que no regresen a las calles, por eso hacemos un chequeo del perfil del adoptante y de su domicilio para averiguar dónde vivirá el rescatado y hacer un seguimiento para saber su estado”.
A los animales se los debe tratar con respeto y amor, además de cumplir con lo que dicta la ley al respecto, mencionó Bonne Moreno, abogada y voluntaria. De ahí que el proceso de adopción es muy meticuloso y necesario.
El Código Sanitario para los Animales Terrestres, vigésima edición del año 2011 manifiesta que las cinco libertades mundialmente reconocidas son: Vivir libre de hambre, de sed y de desnutrición, libre de temor y de angustia, libre de molestias físicas y térmicas, libre de dolor, de lesión y de enfermedad, y libre de manifestar un comportamiento natural. (I)