ICARUS vigilará animales, epidemias y desastres naturales desde el espacio
A mediados de septiembre, los biólogos de la Universidad de Nuevo México, Estados Unidos, dieron la alarma después de que "cientos de miles, quizás millones, de aves migratorias" fueran encontradas muertas en el Parque Nacional White Sands. Hasta ahora no está claro por qué murieron repentinamente tantas currucas, gorriones, golondrinas, mirlos y papamoscas. Los biólogos sospechan que las aves, completamente agotadas, podrían haber huido de los devastadores incendios forestales en el oeste de EE.UU.
En el futuro, "ICARUS" (International Cooperation for Animal Research Using Space), una cooperación internacional para la observación de animales desde el espacio, proporcionará claridad justamente acerca de tales fenómenos, según el líder del proyecto, el profesor Martin Wikelski: "En la mayoría de los casos, nosotros los biólogos y los científicos simplemente no sabemos lo que le sucedió a los animales antes, por qué mueren en algún lugar y por qué ya no se siente bien en alguna parte del mundo. Con el nuevo sistema de ICARUS esto cambiará".
Pequeños sensores con gran cantidad de datos
ICARUS cuenta con un sistema IOT, es decir un sistema de 'internet de las cosas'. Para ello, los animales tendrán pequeños transmisores que mandarán los datos a la Estación Espacial Internacional ISS, y desde allí serán recopilados y enviados a una estación terrestre.
"Eso es genial, porque funciona en todo el mundo. Estos transmisores son autónomos, tienen un panel solar, una batería y una unidad de sensor. Esta unidad de sensor es parecida a una pulsera de datos para hacer deporte. Utiliza el GPS para medir la aceleración, es decir, el comportamiento de los animales, y puede indicar si el animal está vivo o muerto. Además, registra la temperatura, la humedad, la presión del aire y otros datos, midiendo así las condiciones ambientales", afirma entusiasmado el profesor Wikelski, quien, como director del Instituto Max Planck de Biología del Comportamiento, desarrolló el sistema de observación de animales basado en satélites ICARUS, junto con la agencia espacial rusa Roskosmos y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR).
En Nuevo México murieron "cientos de miles, quizás millones, de aves migratorias".
Aunque los minitransmisores afectan un poco a cada animal, los investigadores se aseguraron de que los sensores no molestaran demasiado a estos. "Sabemos que las tasas de supervivencia de nuestros mirlos son igualmente altas. Pero si vemos interferencias, detendremos la investigación y trabajaremos en conectar el transmisor de una manera menos perturbadora", dice Wikelski.
Cooperación confiable, incluso en tiempos de crisis
Gracias a ICARUS, los investigadores de todo el mundo tienen ya ahora acceso a enormes cantidades de datos que pueden utilizar para la investigación del comportamiento animal, la protección de las especies, pero también para la investigación de la propagación de enfermedades infecciosas, o para predecir los cambios ecológicos y los desastres naturales.
Después de una fase de prueba que duró varios meses, ICARUS está funcionando ahora mucho mejor de lo esperado, dice Wikelski: "La cooperación fue muy buena. Nos queda claro que no importa con qué otros países trabajes, siempre puede ser difícil. Pero la labor conjunta ayuda a generar confianza mutua. Y eso también perdura más que las crisis internacionales. Se podría decir que eso fue lo difícil, pero se logró".
Como proyecto piloto conjunto, se equiparon inicialmente con minitransmisores a varios miles de mirlos y tordos en Europa, Rusia y América del Norte. "Hemos perdido 420 millones de pájaros cantores sólo en Europa en los últimos 20 años, así se puede entender la escala de la pérdida", asegura Wikelski.
En todo el mundo, 900 especies de animales ya han recibido minitransmisores adjuntos o registradores de datos implantados para la base de datos mundial. (I)