¿Están frustrados los millennials con sus trabajos?
La generación de profesionales nacidos entre la década de 1980 y mediados de la década de 1990 empieza a predominar en el mercado laboral. No obstante, dicen no estar conformes porque las empresas e instituciones no les abren nuevas oportunidades ni escuchan sus ideas.
“Las empresas no se ‘sintonizan’ con las expectativas de los millennials”. Esa es la conclusión de la Encuesta Millennials 2019 de Deloitte, firma especializada en auditoría, consultoría y servicios relacionados con las organizaciones públicas y privadas.
Este estudio, que tiene el propósito de entender las expectativas, los hábitos y las tendencias que están predominando tanto en los millennials como en los centennials, manifiesta que los jóvenes cada vez más pierden la confianza en las organizaciones, debido a que no están alineadas a sus aspiraciones y expectativas.
Este descontento se evidencia en muchos de ellos. Daniela Segovia, por ejemplo, es empleada privada y tiene 25 años. Ella comenta que en su vida laboral no ha podido desenvolverse profesionalmente como ella anhelaba, porque ha encontrado una serie de obstáculos. Por ejemplo, cuando se graduó de la universidad, ella no podía conseguir empleo porque en las empresas para las que aplicaba le solicitaban una experiencia laboral previa.
Asimismo, Daniela siente que sus jefes no la motivan para que aporte con nuevas ideas. Comenta que en Ecuador hace falta impulsar los nuevos talentos y por esta razón las organizaciones no logran retenerlos.
La gig economy es cada vez más popular entre los jóvenes.
Debido a esta frustración, y al notar que la Cuarta Revolución Industrial está teniendo un impacto positivo en el mercado laboral, los jóvenes optan por alternativas laborales que sean flexibles a sus necesidades. Para Roberto Estrada, socio de Deloitte y experto en recursos humanos, los millennials se han dado cuenta de que, gracias a las herramientas tecnológicas, pueden participar en distintos proyectos laborales para diferentes empresas de forma simultánea, sin importar la situación geográfica. En ese sentido, la gig economy o trabajos por proyectos ha tenido una gran acogida por los jóvenes en la última década.
Esto quiere decir que optan por la flexibilidad del trabajo autónomo o freelance, ya que incrementa la posibilidad de ganar más dinero y se logra un equilibrio entre la vida personal y profesional.
En Ecuador, por ejemplo, el 57% de los jóvenes encuestados por Deloitte anhela trabajar bajo esta modalidad, mientras que el 43% prefiere un trabajo permanente de ocho horas.
Aun así, los chicos que laboran de forma fija han crecido en comparación con 2018. Para Estrada, esto se debe a que en Ecuador existen pocas oportunidades laborales. Sin embargo, si comparamos con países con economías más fuertes y con mayor apertura a las leyes laborales, como Estados Unidos y Europa, la gig economy está ganando cada vez más adeptos en esta población.
Aprender es más importante que el sueldo y el beneficio en el trabajo.
Acorde con el mismo estudio de Deloitte, la oportunidad de aprender es el factor importante al momento de escoger un empleo. Esto se debe a que los millennials y centennials son mucho más curiosos, se han educado de la manera más abierta desde temprana edad y han podido acceder a la información como nunca se había visto. Por ello, una vez que están dentro del entorno laboral saben que depende de ellos el éxito en su trabajo.
Aunque la mayoría de integrantes de este grupo etario poseen título universitario, se enfocan en adquirir nuevas habilidades y desarrollar la capacidad de resolución de problemas. Ángel Serrano es un joven de 22 años y trabajó en una empresa de comunicación. Él cuenta que empezó como pasante y le gustó el buen ambiente en ese trabajo. A pesar de que su jefe es joven, pero a la vez era exigente, Serrano aprendió mucho de él ya que le daba muchas retroalimentaciones y su pensamiento es diferente al de otras personas.
Además, en esa organización pudo crecer laboralmente, ya que posteriormente lo contrataron de forma fija.
Los millennials cada vez más ocupan cargos directivos. Ellos nacieron entre la década de 1980 y mediados de los años 1990. Por lo tanto, las personas con una edad que bordea los 30 años ya se encuentran en posiciones de mayor responsabilidad en algunas empresas y organizaciones, tanto públicas como privadas.
Roberto Estrada enfatiza en que ellos han realizado una carrera rápida ascendente y con nuevos resultados. Este grupo de jóvenes comprende que las posibilidades se van ampliando a medida que la persona va tomando nuevos desafíos. (I)