En un principio se creía que la generación del milenio iba a llevar de mejor manera la cuarentena pues son los que están más conectados.

Sin embargo, un estudio realizado por investigadores de la Escuela Politécnica Nacional (EPN) y de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) demuestra que los millennials son la generación más afectada por el aislamiento provocado por el covid-19.

El estudio La cuarentena de los ecuatorianos analiza desde aspectos socioeconómico, sociodemográficos y psicológicos, el aislamiento de los ciudadanos durante este período de pandemia.

Se realizaron un total de 2.828 encuestas. Si especificamos a los millennials, un 45% de los encuestados fueron hombres y un 55% mujeres.

De forma general, al principio de la encuesta señala qué es lo que más extrañaban durante el período de aislamiento. Un 60% de los participantes dijo que añoraban estar en contacto con la naturaleza; un 53%, visitar a sus familiares y un 51%, estar con sus amigos.

Además, un 53% de los encuestados respondió que tiene un espacio exclusivo para el telestudio y el teletrabajo. El 47% restante manifestó que no.

Este estudio sostiene que la mayoría de los encuestados (72,92%) señaló que está pasando su aislamiento en su hogar habitual porque no tenía otro lugar a dónde ir. Solo un 2,07% de los participantes respondieron que se trasladó a otro lugar y un 10,25%, con sus padres u otros familiares.

¿Qué sucede con los millennials?

Uno de los principales descubrimientos de este estudio es que los millennials, en comparación con las otras generaciones, están pasando mal durante la pandemia, a pesar de que ellos son los que más conectados están. En estos últimos meses, dichos jóvenes han sufrido cuadros de ansiedad y depresión.

Esto se debe a la incertidumbre que tienen en sus emprendimientos o proyectos personales, los despidos y la falta de empleo que se han presentado en este período. Cabe señalar que los millennials es una generación que está empezando en el mundo laboral.

Acorde a Mariel Paz y Miño, directora de la Clínica de Salud Mental de la USFQ e integrante del equipo investigador, sostiene que el estudio demuestra que la conectividad que tienen los millennials con su círculo de amigos durante la pandemia no es la misma conexión que se siente de manera física.

“Vemos que, a nivel del desarrollo cerebral, una persona no solo necesita la imagen de otra para crear conexión, sino que también necesita de los cinco sentidos para crear conexiones con el resto de las personas que forman parte de su entorno social”, señala Paz y Miño.

También, este estudio sostiene que los millennials fueron los primeros y los que más acuden a las citas, terapias o acompañamientos psicológicos durante este tiempo, a través de las plataformas tecnológicas, desde que empezó este período de pandemia. Además están conscientes de la importancia de llevar una buena salud mental.

Otro aspecto importante de este estudio es que los millennials pasan entre menos de una hora y dos horas en las redes sociales, una cifra que no difiere mucho con el resto de las generaciones encuestadas. Asimismo, esta generación señala que, a través de esta plataforma, se informan sobre lo que acontece en su exterior con respecto a la pandemia de covid-19.

“Esto es muy grave porque no necesariamente la información de las redes sociales está verificada, además, suele ser información alarmante y también falsa, lo que puede incrementar el estrés y la ansiedad en las personas”, señala Cintya Lanchimba, investigadora de la EPN. Este mismo problema sucede con las demás generaciones.

En cuanto al tiempo que dedican a las plataformas de streaming, un 30% de los millennials encuestados señalaron que pasan menos de una hora viendo series y películas, seguido de un 27% que dedica dos horas a esta actividad.

Acorde a Lanchimba, esto se debe a varios factores. Uno de ellos es que el streaming es una plataforma de pago y requieren del acceso a una tarjeta de crédito, cuya obtención tiene ciertas restricciones. También los millennials, al no dedicar mucho tiempo al entretenimiento en la internet, también colaboran en las labores de su hogar. (I)