La visión de que el sistema de salud privado es mejor que el público está cambiando en Ecuador. Así lo evidenció la última encuesta Ensanut 2012, pues en 2004 el 46,7% de los ecuatorianos asistía a un centro estatal, mientras que en 2012 el índice aumentó a 68,3%.

La ministra del Ministerio de Salud Pública (MSP), Carina Vance, destaca que esta modificación del comportamiento del paciente se debe en parte a las mejoras en el acceso a la atención y abastecimiento de fármacos.

En los últimos 8 años se invirtieron $ 11.000 millones en el área de salud. ¿De ese monto, cuánto se ha destinado para la compra de medicamentos?

Esta cartera estatal cuenta con un presupuesto corriente de $ 2.000 millones anuales, en cuanto al gasto de medicamentos e insumos es de cerca de $ 400 millones al año.

¿Cuáles son las principales barreras en cuanto al acceso a las medicinas?

Existen varios obstáculos; van desde el ámbito geográfico hasta temas de calidad del servicio. En este último, trabajamos permanentemente para que quienes acudan a las unidades públicas de salud tengan un diagnóstico y un tratamiento adecuado. Antes de 2008, acceder al servicio médico implicaba tener dinero para pagar las consultas con los especialistas y comprar los fármacos. A partir del cambio constitucional se ha logrado la gratuidad en los servicios y el abastecimiento de las medicinas esenciales para el país.

¿A qué fármacos se refiere?

Aquellos que están en el Cuadro Nacional Básico de Medicinas, el cual incluye a cerca de 700 insumos que se definen con base en el perfil epidemiológico de cada país. Estas medicinas cubren más del 90% de las patologías en el territorio nacional.

¿Y el otro 10%, hay desabastecimiento?

Evidentemente tenemos situaciones en las que hay ausencia de algún medicamento. Son temas que estamos mejorando. Todas las unidades de salud del país están abastecidas en el 95% en cuanto a medicinas.

¿Cómo se realiza la dotación de medicinas?

Esta varía anualmente. Por ejemplo: si en un período hay más lluvias o el tiempo es demasiado seco, el Estado requiere adquirir fármacos para combatir las enfermedades que van ligadas con los cambios climáticos. Hemos logrado que se compren a través del gasto corriente. Es decir, con un ingreso permanente.

En agosto pasado, el Sercop invitó a la participación en la Subasta Inversa Corporativa de Medicamentos-2015 ¿Qué se busca con este proceso?

Como Ministerio de Salud buscamos eficiencia y que los ecuatorianos tengan acceso total a las medicinas. Por ello, en la Subasta Inversa se ha incorporado un margen de preferencia para la producción nacional. Les damos niveles de preferencia, de entre el 15% y 20%. Hay que tener en cuenta varios aspectos.

¿A qué aspectos se refiere?

Uno es el valor agregado ecuatoriano. Es decir conocer qué porcentaje del producto es en efecto nacional. Otro aspecto por considerar es generar empleo, puede ser una importadora, que tiene un valor agregado ecuatoriano pequeño pero que emplea a muchos ciudadanos nacionales.

En las últimas semanas la industria farmacéutica nacional criticó el mecanismo ¿existe un perjuicio para la industria nacional?

No. Tenemos claro que se debe alentar la producción nacional, pero también buscamos generar competencia en cuanto a los precios, pues necesitamos cubrir las necesidades farmacéuticas con el menor presupuesto. En 2011 hubo una Subasta Inversa y el 60% de los procesos no fue a través de subasta, sino por negociación directa, pues de todos los ofertantes solo se presentó uno. Eso obligó al Estado a negociar directamente. (I)