La familia es responsable siempre del cuidado y la salud de los mayores
El matrimonio de Estelita Heredia y Roberto López lleva más de tres meses en confinamiento, desde que se inició la pandemia por covid-19. Ellos viven en el norte de Quito y han tomado las precauciones del caso para evitar que con la enfermedad subyacente del esposo, este pudiera complicarse en caso de contagio con coronavirus.
“Nosotros no salimos para nada y en la cuestión de las compras, nuestra hija María Paulina viene y deja las cosas en la puerta y ni siquiera entra. Ella trae todo desinfectado ya”, relata Estelita.
Para ver a sus nietos ellos se conectan vía internet, gracias a su hijo Renato, que está con ellos en esta etapa.
“Mi nieta cumplió 15 años en abril y nos vimos solo por videoconferencia porque mi hijo nos conectó”, añadió.
En Ecuador, entre los casos confirmados de covid-19, que suman 56.342, el mayor porcentaje de contagiados no son los adultos mayores sino las personas de entre 20 y 49 años, con el 57.9% del total.
Sin embargo, le sigue el grupo de 50 a 64 años, con el 22,3%, y de 65 años en adelante, el 15.7%. Pero este número podría crecer con el desconfinamiento que se inicia este 1 de julio.
En Quito, el alcalde de Quito, Jorge Yunda, pidió a la población que cuide a sus adultos mayores y dijo que los más jóvenes están saliendo sin tomar las medidas del caso y contagiando con coronavirus a sus familiares.
“Yo creo que el adulto mayor necesita una atención especial, como los niños, y aquellas personas jóvenes, ya sean hijos, hijas o representantes de los adultos, tienen que preocuparse un poquito más y no dejarlos salir”, manifiesta Dolores Quinteros, de la Fundación Mujeres de Lucha.
Añadió que se requiere trabajar con la familia en la protección de estas personas, ya que por su edad merecen cuidados especiales, según sus dolencias y enfermedades de base, que las hacen vulnerables en la pandemia.
Según las proyecciones poblacionales del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), en el 2020 se estima que el número de adultos mayores alcance la cifra de 1.3 millones de personas.
Hacia 2030, el país empezará a tener una población que envejece, pues las mujeres tendrán menos de dos hijos. Todavía así, será mayoritaria la población joven.
Rosa Azúa, trabajadora social, señaló a este Diario que los perjudicados son precisamente los adultos mayores en esta época, pero considera que la sociedad y la familia deben darles una atención en cualquier circunstancia, ya sea que haya pandemia o no.
Señala que con los datos de proyección poblacional, ya hay que empezar a preocuparse de la adopción de políticas sociales para su beneficio. “No tenemos los programas adecuados para tener una vejez activa y saludable”, acotó.
En su opinión, no se trata solamente de crear asilos o practicar el baile para que estén activos a esa edad. “Activo significa en toda la extensión de la palabra”, apuntó, al señalar que se requiere dar mayor protección a este segmento cada vez más numeroso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a los países y Estados a dar atención especial a este segmento poblacional, ya que en estas edades se presentan enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes, cáncer y afecciones cardíacas, que son agravantes en caso de covid-19.
El organismo internacional enfatiza en la necesidad de mantener el contacto con los adultos mayores, en particular con quienes viven solos o alejados de sus familiares, para alcanzarles sus alimentos, evitar que salgan a la calle o que su salud mental se resquebraje.
Vicente (Lolo) Hidalgo ha continuado su rutina de montar bicicleta. “No podemos estar amargados”, dice, pero admite que tienen algunos amigos que han estado acongojados. (I)