La existencia humana depende del cuidado total de la biodiversidad
Los recursos biológicos son los pilares que sostienen las civilizaciones del mundo y sin su correcta conservación ninguna vida sería posible.
Por eso cada 22 de mayo se recuerda el día internacional de la biodiversidad biológica, que en esta ocasión centra su atención en la correcta interacción del ser humano, la principal y latente amenaza, con los recursos.
La biodiversidad constituye todo lo que tenemos a nuestro alrededor: animales, plantas, alimentos, etc.
Por eso, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tan solo los peces proporcionan el 20% de las proteínas animales a unos 3.000 millones de personas. Más del 80% de la dieta humana está compuesta por las plantas. Aproximadamente, el 80% de las personas que vive en las zonas rurales de los países en desarrollo dependen de medicamentos tradicionales basados en plantas, para la atención básica de la salud.
“Por eso, si estos desaparecen o se pierden, se pone en riesgo toda la existencia humana. Dependemos totalmente de ellos para vivir”, sostiene Christian Villamarín, docente de Ingeniería Ambiental e investigador de biodiversidad de la Universidad de las Américas (UDLA).
Afirma que el aislamiento social en el que nos encontramos ha dado respiro al planeta y por eso en varios lugares, como los parques nacionales, se han visto animales que antes no se observaban, precisamente por la presencia del hombre.
“En Chile hay imágenes de cóndores en zonas urbanas, incluso aquí debe haber zonas donde existan más números de estas especies”.
Incluso a nivel urbano, dice el especialista, se puede constatar mayor presencia de aves porque las personas no se movilizan, no hay mucha contaminación y no hay ruido.
Sin embargo, cree que no todo es positivo porque hay ecosistemas que se pueden ver afectados con los ríos y todos los sistemas acuáticos.
“Como hoy tenemos cuidados mayores en la desinfección, utilizamos cloro y alcohol y eso produce sustancias tóxicas que se van por los desagües y al final terminan en los ríos. Lo mismo ocurre con el lavado de las calles”.
Desea que al final del aislamiento la gente salga con una conciencia ambiental que le permite desarrollar acciones a favor del planeta, como el reciclaje.
Tarsicio Granizo, director en el país de la WWF, anhela que este aislamiento permita a los seres humanos entender la importancia de la biodiversidad y de cada ecosistema, gracias a los cuales se puede dar la vida de las personas.
“Creo que los ciudadanos hoy tienen tiempo de contemplar más la naturaleza y por eso ven cosas que antes no divisaban”.
Sabe que las mascarillas y guantes que usa la gente hoy y cuyo consumo se incrementará, son un desperdicio infeccioso ante el cual, dice, los gobiernos provinciales deben actuar dotando de contenedores especiales para los mismos y su futura incineración.
Además, espera que desde el lado gubernamental se fomenten acciones para lograr una mejor armonía y aprovechamiento del recurso natural; que se potencie la bioeconomía como una forma de tener un desarrollo sostenible y no dependiente del extractivismo petrolero o de la minería. (I)
Los indígenas, guardianes del Ambiente
Constituyen solo el 5% de la población mundial; sin embargo, los pueblos indígenas son los guardianes esenciales del medio ambiente. Así lo expresa la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que además añade que los territorios indígenas tradicionales abarcan el 22% de la superficie terrestre del mundo, pero el 80% de la biodiversidad del planeta. Según la FAO, un tercio de los bosques del mundo, cruciales para reducir las emisiones de carbono, son gestionados principalmente por pueblos indígenas, familias, comunidades y agricultores. Los alimentos cultivados por los indígenas son particularmente nutritivos. Además, son resilientes al clima y se adaptan muy bien al ambiente, lo que los convierte en una buena fuente de nutrientes en zonas con climas difíciles. “Sus formas y medios de vida pueden enseñarnos mucho sobre la conservación de los recursos naturales, el cultivo sostenible de alimentos y la vida en armonía con la naturaleza”, apunta la organización no gubernamental, por lo que sugiere reavivar estos conocimientos que tienen su origen en un patrimonio y legado histórico, considerado esencial para hacer frente a los retos a los que se enfrentan la alimentación y la agricultura hoy en día y en el futuro. “La protección de ellos es la preservación de la biodiversidad”, menciona. (I)