Cerca de 4 millones de dólares es la inversión que se destinó
"Estamos a nivel de universidades privadas"
Con una colorida y creativa casa abierta, estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Guayaquil conmemoraron los 138 años de creación de la entidad. Como parte de la celebración, 43 casos clínicos, desde neurofibromatosis, hasta VIH y resistencia bacteriana fueron expuestos a los alumnos que acudieron.
Hace 2 años en esta unidad empezaron a darse varios cambios a nivel de infraestructura, pues fue una de las primeras en donde la comisión interventora empezó a trabajar para la compra de nuevos equipos tecnológicos, reestructuración de aulas con puertas magnéticas, laboratorios, salas de quirófano, etc.
Carlos Gómez, decano de la facultad de Medicina, recuerda que hace 50 años no se compraron estos equipos “no por incompetencia de las autoridades de aquel momento, sino porque no había financiamiento para tener esa tecnología. Todo quedaba en programación y en buenas intenciones, pero no se veía el progreso como ahora. Hoy eso ha cambiado con las nuevas autoridades. Hemos ganado rigor académico, sílabos para las 18 facultades, se están semestralizando las unidades que tenían años corridos”.
Todos esos cambios en la Facultad de Medicina comprenden una inversión de cerca de 4 millones de dólares, según Sonia Ordóñez, rectora subrogante de la institución superior. “Casi no había microscopios porque se los habían robado. Lo interesante es que antes esa plata existía en la Universidad, pero no se ejecutaba. Tenemos el mismo presupuesto que las autoridades anteriores y con eso hemos hecho la inversión”, aseguró Ordóñez, quien intervino en la sesión solemne por el aniversario de la Facultad.
En un recorrido por los pasillos de la facultad es notorio ver los cambios. Antes en uno de los rincones se podía ver bancas viejas arrimadas; hoy este lugar es reemplazado por una gran pileta que funciona por la noche y que conduce hacia la sala de cirugía básica, en donde reposan varios simuladores.
Víctor Hinostroza, subdirector de la Escuela de Medicina, dice que ahora las aulas están climatizadas, hay nuevos microscopios, y 4 tablas anatomage o mesas de disección virtual para estudiar la anatomía humana en 3D.
Pablo Valero, quien dicta la cátedra de Anatomía, explica que es un mecanismo de ayuda técnica. “Lo que hace el equipo es mostrar de una manera diferente una estructura, por ejemplo la ósea, ante la falta de acceso a piezas óseas reales. No la reemplaza, pero es de gran ayuda. Aún hay detalles que están pendientes. Las cosas han variado, faltan algunas ejecutorias; se solicitó la implementación de nueva sala de morfología de disección con la que esperamos contar”, manifiesta.
Debi Hinostroza, una de las expositoras de la casa abierta y estudiante de sexto año de Medicina, cuenta que la universidad está en proceso de cambio. En ese sentido, la joven añade que han podido beneficiarse con la readecuación del instituto básico de cirugías, en donde varios simuladores son utilizados para sus prácticas. “Aunque no es lo mismo analizar un cadáver que un aparato de plástico, podemos ver los movimientos del corazón, que en el primero es imposible. Además, por la misma descomposición del cadáver este despedía mal olor o muchas veces habían estudiantes alérgicos al formol con el que los conservaban”.
Asimismo, admite que es bueno que la facultad cuente con simuladores porque eso quiere decir que estamos a nivel de universidades privadas. En cuestión de infraestructura estamos a la par”. (I)