En una habitación llena de cojines que sirven como asiento para los visitantes, el Lama (maestro) Khenpo Tenzin Rinpoché ocupa una esquina desde donde se dirige a los miembros del centro budista tibetano de Guayaquil.

Lama Tenzin, como lo llaman los miembros de la sangha (comunidad budista), nació en Ladakh (India) y estuvo de visita en el puerto principal para compartir sus enseñanzas.

Actualmente reside en Chile y llega dos veces al año al país. Con una sonrisa explica sobre la visión que el budismo tiene acerca de los roles del ser humano.

¿Cuál es la acogida que ha percibido del budismo en Guayaquil?

La gente sintoniza mucho con las corrientes que existen del budismo: zen, tibetano, chino... Las tres son distintas pero todas apuntan a la meditación. En Guayaquil existen dos templos budistas: chino (La Garzota) y tibetano (Urdesa). Es una corriente que ya tiene casi 25 años en la ciudad.

¿Cuáles son las actividades que realizan en el templo budista tibetano?

Normalmente, los martes y jueves tenemos reuniones a partir de las 19:30. Los martes se ve la parte más relacionada con la filosofía, el estudio de las bases del budismo, y los jueves una enseñanza en la que se hace énfasis en la práctica de la meditación.

Mientras esté en la ciudad, ¿cuál será su participación en estas actividades?

Hablaré de los cinco venenos: ira, apego, celos, ego e ignorancia y de cómo eso nos subyuga. También sobre la puja de sanación, entre otros temas.

¿En qué consiste la puja de sanación?

Antes que nada, se pronuncia “puya”, es una palabra en sánscrito que quiere decir plegaria. Se realiza con ofrendas como flores de loto. Lamas budistas cantan rezos  mientras realizan puja. Cada ritual de estos se efectúa  basado en los textos espirituales individuales, que se traspasaron de  Shakyamuni Buda y otros maestros antiguos.

Es una sanación del cuerpo y mente en la que se apartan los obstáculos para la salud.

¿En qué consisten los cinco venenos?

Son elementos que envenenan la mente porque generan aflicción, conflicto y malos pensamientos.

El primero de ellos es la ignorancia porque alimenta a los otros venenos (ira, celos, apego y ego). La ignorancia es muy sutil y dañina porque en ese estado no se puede diferenciar lo que es beneficioso o dañino.

¿Cómo eliminar estos venenos de la mente?

Principalmente, la meditación. La mente es nuestra arma más poderosa, para sanar la ira, para sentir compasión, para tener más tolerancia y paciencia... Con la mente la persona sana más fácil.

Todo está dentro, si tienes ira, el enemigo no es externo, es interno, se pelea con uno mismo antes que quien está afuera. La persona busca enemigos afuera porque tiene un enemigo adentro.

Esto también aplica cuando nos hacemos orgullosos, celosos, rabiosos... La persona pierde el control, esas son las aflicciones que debemos aprender a controlar. La mente manda, la mente es nuestra mejor arma para combatir males.

Otra de las actividades en su visita es lo que llama “los cuatro pensamientos inconmensurables”. ¿Qué implica esto?

Es lo que dentro del budismo representa una alta importancia porque genera pensamientos positivos, ayuda a mucha gente.

¿Qué pasa antes de morir? Podemos tener ese conflicto de que algo queda pendiente pero el pensamiento positivo nos ayuda a nosotros y ayuda a los demás a entender que nuestra mente trasciende.

Los pensamientos inconmensurables son la alegría por los otros,

compasión, afecto benevolente y ecuanimidad.

En esto tiene que ver mucho el karma: pensamiento positivo, karma positivo; pensamiento creativo, karma creativo... Y del karma depende llegar a un nivel superior o inferior.

Los pensamientos inconmensurables ayudan en este propósito.

¿Por qué se dice que el apego es la fuente de muchos males?

El apego es un pensamiento negativo, daña propósitos,  daña a quienes nos rodean y daña nuestra salud. (I)