La II Feria de Inclusión Laboral para Personas con Discapacidad “Guayaquil incluye a todos” se realizó durante tres días en el Centro de convenciones Simón Bolívar, con el objetivo de contactar a empleadores, tanto públicos como privados, con ciudadanos que tengan algún tipo de discapacidad.

Xavier Luque, director de la empresa Brawn proyectos sociales, organizadores el evento, comenta que la intención de la feria es incluir a más personas en la parte económica y sensibilizar a la sociedad mostrando los avances de las empresas, organismos e instituciones en el ámbito de la inclusión de este sector de ecuatorianos.

La feria contó con treinta y cuatro stands de empresas que reclutaban personal para diversas áreas, y dieciséis de organizaciones sociales que trabajan con personas con discapacidad.

En la edición pasada del evento, según datos de los organizadores, se logró insertar laboralmente a 500 personas con discapacidad; y este año se estima mantener dicha cantidad.

Empresas como Corporación el Rosado, Grupo La Favorita, Kimberly Clark, Banco Guayaquil, Banco del Pacífico, Empresa Eléctrica, Acorvol, Municipio de Guayaquil, TC Televisión, Subway, Fundación Metrovía, entre otras, realizaron entrevistas laborales y receptaron las hojas de vida de cientos de personas con discapacidad que acudieron a la feria en busca de una oportunidad laboral.

José Martínez, de 39 años, asistió junto con su hermana al lugar para “probar suerte”. Él tiene distrofia muscular en las piernas, una enfermedad congénita que lo dejó paralítico a los 22 años. Llegó a la feria vestido formalmente, su intención es conseguir trabajo en alguna empresa. “Mi problema es físico, no mental, yo puedo trabajar. Lo que sucede es que en el país recién están haciéndose valer los derechos de las personas discapacitadas. Dios quiera y hoy consiga trabajo”, dice mientras su hermana lo conduce hacia el stand de almacenes Akí.

Como José, la historia se repitió cientos de veces. María tiene ceguera total, pero su discapacidad no la ha doblegado. Ella ha aprendido a “valerse por sí misma” y acudió sola al lugar porque se enteró por una amiga del evento. “Me comentaron que iba a haber una feria donde podían dar trabajo a personas con discapacidades y aquí estoy, vine para ver si logro conseguir un trabajo. Si la situación está difícil para quienes tienen los sentidos completos, imagínese como está para nosotros”, expresa.

Otro stand que estuvo presente fue el del Instituto de Neurociencia, de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, que ofrecía información a las empresas empleadoras sobre sus pacientes, para que sean parte de la inserción laboral.

“Aceptar en un trabajo a una persona con una discapacidad mental es más complicado, aún existe cierto celo a la hora de emplear a una persona que tenga esquizofrenia o paranoia, por ejemplo”, afirma Isabel Molina, encargada del stand de la entidad. Ella junto con su compañera, Jenny Solis, afirman que los pacientes que mantienen un tratamiento adecuado dentro del centro están aptos para laborar, ya que han aprendido a controlar su enfermedad.

El servicio de integración laboral para personas con discapacidad (SIL) receptó la información de más de 700 personas que desean ingresar dentro de la bolsa laboral que ofrece la institución, que está ubicada en el edificio del Banco de la Vivienda, en la avenida 25 de Julio, al sur.