Chimborazo tiene historias de niñas que acabaron con sus vidas debido al éxodo de sus progenitores
El suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 12 a 17 años
En marzo pasado, Joselin A., una menor ecuatoriana de 12 años, se quitó la vida en el baño del albergue ‘La Esperanza’, en Ciudad Juárez. Ella esperaba reunirse con sus padres José Segundo Álvarez y Martha Violeta Quillay, en Nueva York.
Los casos de suicidios en niñas indígenas por efectos de la migración son numerosos. Solo en Chunchi, provincia de Chimborazo, en 2005 se registraron más de 50, según la prensa local. El de Lourdes R. fue muy recordado porque dejó una carta explicando la soledad que sentía. Su primo Luis, cuyos padres vivían en el exterior, intentó suicidarse por 2 ocasiones.
También está el caso de Mónica J., (16 años) una joven ecuatoriana que estudiaba en Madrid, y en noviembre de 2012 se quitó la vida, al parecer por acoso escolar.
Las cartas que dejan los menores y los testimonios de sus familiares muestran que el suicidio en adolescentes (de 12 a 17 años) no es ajeno para la sociedad ecuatoriana. De hecho, es la segunda causa de muerte en el país, según el último informe publicado en 2011 por el Observatorio Social del Ecuador.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) indican que entre 1997 y 2009 murieron un promedio de 1.200 adolescentes por año. De ellos, 1 de cada 2 falleció por accidentes de tránsito, caídas, ahogamiento, envenenamiento y lesiones autoinfligidas.
Las estadísticas reflejan otra realidad: un 24% de las adolescentes ecuatorianas eligen el suicidio como última salida.
Margarita Velasco, directora del Observatorio Social del Ecuador, explica que ‘las muertes evitables’ como los suicidios son problemas que conciernen y afectan a toda la sociedad, pues hay una violencia simbólica casi naturalizada y una carencia de políticas que tomen en cuenta a los jóvenes.
“Los adolescentes no tienen visibilidad, más bien, la adolescencia empieza a ser un motivo de preocupación. Se da por sentado que los chicos son violentos o se drogan, y no es así, son personas jóvenes que están sufriendo”, explica Velasco.
La experta, basándose en el estudio publicado por el Observatorio, comenta que tras un suicidio hay al menos 3 o 4 intentos de hacerlo, y por ello, este es un acto que podría ser reconocido por los padres para tratar de evitarlo.
Considera que los adolescentes están solos, muchas veces no tienen quién cuide de ellos porque son muy poco comprendidos. “Hay que acompañarles e interesarse por su vida, hay que hacerlos plenos, en el sentido de que sueñen y crean que tienen en sus manos las decisiones. Se les debe ayudar para que construyan ese proyecto vital”, asevera.
Posibles causas
El estudio del Observatorio evidenció que algunas de las causas para que los jóvenes se quiten la vida son la migración de sus familiares, depresión, tensiones, baja autoestima y embarazos no deseados.
La psicóloga Elizabeth Montenegro explica que las conductas suicidas en un adolescente pueden detectarse con procesos depresivos muy serios, cambios de comportamiento bruscos y una tristeza que se prolonga por períodos largos de tiempo.
Estas señales son los verdaderos signos de alertas y auxilio para los padres. “Por ejemplo, emiten frases como: ‘no me van a extrañar cuando me muera’, ‘cuando no esté serán más felices’. Si dicen esto es porque los jóvenes tienen un cuadro depresivo donde se alejan de las personas y prefieren estar solos”, asegura.
La especialista recomienda crear lazos afectivos y de comunicación en edad temprana. También aconseja evitar ver a la adolescencia como un problema, sino entenderla como un cambio de edad en la que los hijos buscan mayor independencia. “No hay que criticarlos y juzgarlos, sino comprender sus diferencias, brindar mayor confianza y guiarlos para que tomen decisiones a futuro”, dice la psicóloga.
La sociedad violenta es un aliciente para que los suicidios ocurran. La socióloga Natalia Sierra explica que hay una crisis de valores y una imposibilidad de que el ser humano se proyecte a futuro. “La sociedad no asegura la posibilidad de conseguir un trabajo, tampoco hay expectativa de formación personal, hay crisis social, delincuencia, debacle ecológica. No es un panorama agradable para los jóvenes”, agrega la especialista.
Según ella, esta violencia simbólica es producto de la estructura económica y el capitalismo. “Este modelo económico nos vuelve competitivos y destruye los lazos sociales. Es decir, el sujeto está por encima de los otros. Eso es violencia y se extiende a todas las dimensiones de la vida”, puntualiza.
La tasa de suicidios en el mundo es un reflejo de la violencia y los problemas de los adolescentes. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), entre las 3 principales causas de mortalidad en jóvenes de 10 a 19 años está el suicidio. Las otras son el VIH/Sida y los accidentes de tránsito.
Datos
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo existe un registro de alrededor de 2,7 millones de personas adultas que murieron por causas evitables.
Los suicidios en América Latina son una realidad. Países como Nicaragua, Paraguay,Colombia, Guatemala, Ecuador,El Salvador y México registran varios casos, según el Observatorio Social del Ecuador.
Un informe de la OMS recomienda medidas claves para que los países puedan responder más eficazmente a las necesidades físicas y de salud mental de los adolescentes, con la meta de disminuir los casos de suicidio.
En 2011, según datos preliminares del último informe del Observatorio Social (que se publicará en noviembre), 2.359 adolescentes fallecieron en Ecuador. Los suicidios, homicidios y accidentes de tránsito representan el 55% de los fallecimientos. De las 51 posibles causas, solo 3 ocupan el 30% del total: suicidio, homicidio y accidentes.