El chino toma cada vez más importancia en el país
“Gracias a que aprendí el mandarín y la cultura de China pude desarrollar un sistema que ayuda a cualquier tipo de industria a comprar productos chinos con un proceso estandarizado y las mejores prácticas de negocio”, explica David Grijalva al diario.
Su labor es asesorar a multinacionales y Pymes de Ecuador y otros países. De esa manera genera canales de abastecimiento desde Asia.
Antes de saber mandarín Grijalva ya tenía la empresa denominada Artemi. Con la idea de ampliar sus operaciones internacionales, en 2007 tomó un tour a China, en compañía de su hermano y socio Ricardo. Sin conocer la cultura, ni el idioma no pudieron comunicarse.
En ese momento se dio cuenta de que no estaba al nivel necesario para hacer negocios, como lo hacía con otros países de habla inglesa y española. “Muchos empresarios que van a China consiguen traductores. Mis conocidos me dijeron que eso a veces es peor, porque no entiendes lo que dicen en las negociaciones. Por lo cual decidí aprender chino”, relata el quiteño.
En 2009 se matriculó en la Academia Siyuan de Lengua China. Tras dos años concluyó los 12 niveles y se mudó cuatro años a China. Allí aprovechó las oportunidades económicas.
Por ejemplo, observó que miles de comerciantes asisten cada año a la Feria de Importación y Exportación, conocida también como Feria de Cantón, para comprar diversos productos. Pero por la barrera del idioma y de la cultura no pueden hacer transacciones exitosas. Entonces, se propuso asesorarlos y creó China Conexión Group.
En la actualidad tiene oficinas en China, Colombia y Ecuador. Algunos de sus clientes son Grupo Familia, Kimberly Clark, Kraft Foods, Mead Johnson, Unilever, La Fabril, Nestlé y Avon.
La experiencia de Grijalva es solo un ejemplo de los beneficios de dominar el chino. En el mundo 1.500 millones de personas, aproximadamente, hablan mandarín. Según los últimos datos de la matriz del Instituto Confucio, en Beijing, el 10% de la población mundial aprende esta lengua.
En Ecuador la enseñanza del mandarín se inició oficialmente en 2003 con el apoyo del Gobierno chino. Ese año la Academia Siyuan se inauguró con apenas cuatro estudiantes. Hoy, según su director, Cao Xiaohong, más de 1.800 alumnos pasaron por la escuela.
Los estudiantes de la Siyuan tienen como beneficio obtener becas. “Una de ellas la tenemos con la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái. Hay programas que incluyen escuchar y conversar en chino, gramática, arte, baile, canto, caligrafía, artes marciales, economía, historia y salidas”, señala.
Zhang Pan dicta clases en la Academia Siyuan de Lengua China, en un curso intensivo en Quito. Foto: Miguel Jiménez / El Telégrafo
La Universidad San Francisco de Quito abrió el Instituto Confucio en Ecuador en 2010. Por sus aulas, en la capital y en Guayaquil, también, pasaron 1.800 estudiantes.
Este centro, con el apoyo de Han Ban (Oficina General del Instituto Confucio), la embajada de la República Popular China en Ecuador y la Secretaría de Educación, Ciencia y Tecnología (Senescyt) enviaron a China a más de 270 estudiantes con becas completas.
Las más solicitadas son pregrado en Idioma Chino, maestrías en Enseñanza de Idioma Chino para extranjeros, Relaciones Internacionales, Política Internacional, Administración, Finanzas, Hidrocarburo, Microbiología, Música China y doctorado en Filosofía China.
Anthony Núñez es uno de los beneficiarios. El guayaquileño, de 21 años, estudia economía y negocios internacionales en mandarín, por la beca de cooperación entre los gobiernos de China y Ecuador.
Él aprendió chino en la Universidad de Lengua y Cultura en Beijing, en 2013, durante un año. Después terminó en el Instituto Confucio de Quito. De ahí, lo becaron para un curso intensivo de chino y volvió a viajar. Cuando regresó a Ecuador extrañó tanto la cultura oriental que aplicó nuevamente para la beca de su carrera. “Me he adaptado muy bien. Hay gente a la cual sí le golpea el cambio cultural, pero para mí ha sido una gran experiencia y una oportunidad estudiar aquí”, indica por mensaje de la red social Facebook a EL TELÉGRAFO.
No obstante, confiesa que le gustaría quedarse en China por unos años, pero en el futuro sí quisiera vivir en Ecuador para ayudarlo a crecer económicamente.
Al igual que Núñez, Andrea Aguirre, abogada quiteña, también estudió mandarín en el Instituto Confucio. Después de un año de instrucción se ganó una beca para profundizar el idioma en el Instituto del Petróleo de Beijing, ubicado en Changping, uno de los 16 distritos de la ciudad capital.
“La beca te cubre todos los gastos y te dan una mensualidad. Nada se compara a practicar lo que aprendiste, pero es chistoso escuchar a los latinos todavía no pronunciar bien cuando recién llegamos”. Ella destaca que estudiar en Ecuador con profesores chinos fue excelente, pues fueron muy exigentes en la entonación de los cuatro tipos de pronunciaciones que tiene el lenguaje chino.
Cuando Aguirre retornó al país participó en un concurso de méritos y oposición de la Empresa Pública de Fármacos (Enfarma), cuando aún funcionaba. Ella fue clave en todas las rondas de negociación con la empresa china de medicamentos Sinofarm.
“Hubo varios candidatos. A mí me aceptaron porque conocía la cultura china y sabía cómo tratarlos. Los chinos son muy serios”, enfatiza. En su actual trabajo, en otra dependencia pública, también ha traducido documentos del mandarín al español.
Nelly Varela, directora del colegio SEK de Quito, indica que la institución internacional SEK tiene la enseñanza del chino en la malla curricular en 12 de los 18 países que están presentes. “La meta es que podamos formar adolescentes que entiendan y se manejen en términos de negocios”, sostiene Varela.
En el centro educativo se aprende mandarín desde el primero de básica. Los pequeños se familiarizan con el idioma, cantan, practican caligrafía y aprenden la cultura china.
En Ecuador también tienen chino en la malla curricular el SEK Los Valles, SEK Guayaquil, Liceo Los Álamos, Emdi School y Asian American School.
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— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) 29 de abril de 2018
Sin embargo, otros colegios, como la Academia Cotopaxi, Academia Alianza Internacional, Liceo Internacional, Americano, Einstein, British School, Terranova, Campoverde, Rudolf Steiner, Colegio Militar de Quito, Colegio Naval de San Cristóbal-Galápagos, tienen clases extracurriculares opcionales de chino para los estudiantes.
Así evidencia que la enseñanza del mandarín en el país toma cada vez más importancia y alcance.
“Hoy los ecuatorianos están conscientes del rol de China, como segunda potencia económica y primera potencia comercial en el mundo. Últimamente hay más interés por China, su política, economía y cultura”, añade José Salazar, director del Instituto Confucio.
Más datos
→ ¿Cuánto cuestan los cursos? En Siyuan hay una promoción dos por uno a $ 154 el nivel para nuevos estudiantes de cursos intensivos. Los materiales cuestan $ 50 por persona y sirven para cinco niveles. Se puede aplicar a las becas desde los 16 años.
→ 24 meses es el promedio de tiempo que una persona termina el curso de chino.
→ El estudiante debe ser constante. En el Instituto Confucio el curso tiene cinco módulos de 48 horas cada uno. Los pupilos con más de tres años de estudios están calificados para dar servicios de traducción e interpretación de chino. (I)