El compromiso fue firmado por la senescyt y 43 universidades
El 36% de los docentes de la ‘U’ son mujeres
En los últimos 7 años Ecuador ha mostrado cambios importantes en la consecución de la equidad de género.
Para muestra está la reducción de 9 puntos en la paridad de cargos directivos en el sistema de educación superior, además de la cuota de género en la Asamblea Nacional, donde 42% de funcionarios son mujeres. Lo mismo sucede en la Corte Nacional de Justicia y los cargos ministeriales.
Por si fuera poco, en los últimos 3 años el número de mujeres docentes con título de Ph.D pasó de 151 en 2010 a 348 en 2013. En ese mismo período la posibilidad de culminar los estudios superiores para las mujeres pasó del 20% al 25%.
Además, 4 de cada 10 docentes universitarios en el país son mujeres y el mismo número se maneja en investigadores.
Si bien los logros son notorios, tanto la Senescyt como ONU Mujeres piensan que falta más, en especial para cerrar la brecha de género entre profesores titulares y los cargos directivos o decanatos. Debido a esto, ayer nació la primera red de equidad de género en la educación superior, como un compromiso para crear espacios y evitar la discriminación laboral hacia las profesionales de la academia y estudiantes.
Al momento, del total de docentes del sistema superior, el 36% corresponde al género femenino y apenas el 18% de ellas está en los decanatos.
En virtud de ello, desde ayer se conformó de manera oficial la Red de Educación Superior y Género del Ecuador con la firma de 43 de las 59 universidades que existen en el país, y el respaldo de instituciones como el Ministerio de Talento Humano, Ceaaces, Senescyt, Senplades, Consejo Nacional para la Igual de Género, entre otras.
“Hay mucha investigación que hacer de lo que sucede en las universidades. No tenemos datos en temas de violencia y acoso sexual. Tampoco se ha logrado que se transversalicen los currículos y que enfoquen la perspectiva de igualdad, por ejemplo, de cuántas investigaciones se realizan incorporando género”, indicó María del Pilar Troya, subsecretaria de la Senescyt, quien añadió que si bien unas universidades tienen avances en estos temas, a otras les falta construir estudios para determinar el nivel en el que se encuentran.
Precisamente ese es uno de los compromisos que las instituciones asumieron con su firma de adhesión al documento. También deben identificar las desigualdades que están presentes, así como los mecanismos de reproducción de esos aspectos en los distintos centros de estudios superiores del país.
Otro de los objetivos es asumir la igualdad como uno de los componentes de excelencia de la Educación Superior y definir las estrategias para alcanzar la equidad de género en la misma. También se promoverá la participación equitativa de la mujer en aspectos como la vinculación con la colectividad y el campo investigativo.
Además se comprometieron a presentar anualmente resultados que demuestren la efectiva implementación de propuestas para la igualdad de género.
Los primeros rectores que firmaron oficialmente el acuerdo fueron Fernando Sempértegui de la Universidad Central y Fernando Albericio de Yachay. (I)