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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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EE.UU.: Santa Bárbara limpia sus playas y evalúa daños tras derrame de crudo

Decenas de voluntarios ayudan con la limpieza de la playa de Santa Bárbara. FOTO: AFP
Decenas de voluntarios ayudan con la limpieza de la playa de Santa Bárbara. FOTO: AFP
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Decenas de hombres y mujeres con trajes blancos, botas de caucho, guantes y cascos intentaban el viernes, con la ayuda de palas, limpiar la playa californiana de Refugio, afectada tras un derrame de crudo.

Poco a poco, se van acumulando grandes bolsas de plástico llenas de arena ennegrecida. El olor de combustible se siente a varios kilómetros de distancia.

A lo lejos en el agua flotan boyas destinadas a contener la propagación de la marea negra, que se extiende a lo largo de 10 kilómetros de la costa de Santa Bárbara, en el oeste de Estados Unidos.

La arena está casi limpia, pero las rocas siguen negras, llenas del combustible que se derramó de un oleoducto de la compañía Plains All American Pipeline ubicado en una colina que domina la playa Refugio State y El Capitan.

Ambas playas, que normalmente estarían abarrotadas en este fin de semana prolongado por el festivo del Memorial Day (Homenaje a los caídos en guerra), están cerradas hasta nuevo aviso.

"La playa se ve mucho mejor que hace unos días pero aún hay piedras manchadas. Va a ser un trabajo largo. Necesitaremos días o incluso semanas" para limpiar todo, explica a la AFP David Mosley, uno de los voceros de los guardacostas estadounidenses.

Unos 300 agentes de limpieza fueron movilizados y se espera la llegada de nuevos equipos. También hay voluntarios, pero deben recibir equipo y una breve formación.

En este operativo también está previsto bombear la capa de petróleo y aceite que se derramó en el mar: alrededor de 30.000 litros de crudo.

Las autoridades se esfuerzan también en limpiar la colina que domina la playa de Refugio, en donde se ubicaba el oleoducto que provocó el derrame, para que el petróleo que ha impregnado el suelo no se derrame en la carretera o el mar.

Por su parte, Plains All American Pipeline debe bombear el petróleo que sigue dentro del ducto. Patrick Hodgins, uno de los responsables de la compañía, estima que la investigación para esclarecer las causas del accidente durará varios meses.

Causa desconocida

La empresa estuvo bajo el fuego de fuertes críticas el jueves cuando medios locales y especialmente Los Angeles Times afirmaron que la compañía es responsable de 175 incidentes de derrames en sus oleoductos, tres veces más que el promedio general.

En una conferencia de prensa el viernes en Santa Barbara, Patrick Hodgins dijo que entre estos casi 200 incidentes, "veinte implicaban menos de un barril de petróleo" y varios otros menos de cinco barriles.

Aún se desconoce el impacto sanitario. "Se trata de productos petroleros, por lo tanto hay personas que son más propensas que otras a dolores de cabeza e irritación de la piel", dice David Mosley.

Las autoridades también vigilan de cerca el impacto en la rica fauna de esta región llena de lobos marinos, pelícanos, delfines y ballenas.

Por el momento, han sido rescatados cinco pelícanos, un bebé lobo marino, un delfín y otros dos mamíferos.

Pero Kyra Mills Parker, directora adjunta de la red de rescate de animales salvajes, que con los "400.000 litros de petróleo que se habrían podido derramar, habrá necesariamente un impacto, incluso si no estamos en medida de registrarlo todo".

Los últimos días, se han hallado langostas, pelícanos y otros animales cubiertos de petróleo, yaciendo sin vida en la playa.

La pesca está prohibida hasta nuevo aviso en un perímetro de 30 kilómetros sobre 10, aunque las autoridades no han podido evaluar aún el impacto potencial del derrame en la cadena alimentaria.

El costo para la economía local también sigue siendo una incógnita. Un portavoz de la oficina de turismo de Santa Bárbara, dijo en la conferencia de prensa que hasta el momento no han habido cancelaciones significativas en los hoteles.

En el corazón turístico de esta ciudad costera opulenta, los turistas dijeron que no tenían intención de nadar. Pero no por el derrame. "El agua es demasiado fría para nosotros", sonrió un estudiante alemán. (I)

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