87% de dolencias laborales afecta músculos y huesos
Un guardia se subió este jueves 25 de abril a la tarima del MAAC Cine, en Guayaquil, donde normalmente se presentan actores y bailarines. El hombre de azul y gris comenzó a mover las manos, sin decir una palabra.
Sus gestos, como un auxiliar de vuelo, estaban sincronizados con la voz de un locutor que advirtió al público sobre la ubicación de las salidas de emergencia en caso de cualquier desastre.
La finalidad de esta dinámica, poco frecuente en eventos, fue precautelar el bienestar de las personas. Es el mismo espíritu de la nueva Política Nacional de Salud en el Trabajo que fue presentada este jueves 25 de abril en ese espacio.
Representantes del Ministerio de Salud Pública (MSP), del Ministerio del Trabajo (MT) y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) explicaron los detalles de esta herramienta que debe implementarse en el sector público y privado.
Entre los objetivos principales del documento están reforzar la regulación del control de los establecimientos de salud y actualizar la normativa para el funcionamiento de los servicios médicos de las empresas; monitorear la gestión de la atención en el trabajo; dinamizar la asistencia integral; y fortalecer las competencias de los galenos en las compañías.
La situación en el país
José Ruales, subsecretario Nacional de Promoción de la Salud e Igualdad del MSP, advierte que existe un grave problema epidemiológico, pues hay un subregistro de enfermedades que perjudican a los trabajadores. Esto ocurre -añade- porque las normas vigentes en esa materia son de 1978 y 1986.
Solo en el 2017 se reportaron 1.044 casos de enfermedades relacionadas con el trabajo. Sin embargo, en una encuesta del mismo año hubo una mayor cantidad de personas (1’265.000) las cuales expresaron que tenían dolencias desarrolladas mientras efectuaban sus labores.
El 87% de las enfermedades laborales (de las 1.044) está relacionada con la actividad física (problemas músculo-esquélicos), el 1% son respiratorias y auditivas, y el 12% son indeterminadas.
Por ejemplo, problemas físicos, en algunas ocasiones, tienen relación con la mala posición en la que el obrero se sienta, debido al pésimo estado de la silla que ocupa en su empresa.
“Ciertas afectaciones no se detectan porque no hay tamizaje: personas sin síntomas y personas con síntomas que no reciben tratamiento”.
La nueva política de salud -según Ruales- es integral: trata aspectos genéticos, estilos de vida del trabajador, alimentación, condiciones laborales y capacitación.
Verónica Espinosa, titular del MSP, agrega que la implementación de esta estrategia es importante, pues el sitio de labores es el lugar donde se pasa la mayor cantidad del tiempo durante el día. “A veces hasta más que en nuestros propios hogares”.
Por ese motivo -indica- no puede descuidarse la atención en las organizaciones. “Este es un momento histórico y un hito para el país”.
Para ella, el actual documento es técnico y sustentado y deja claro los pasos que se tienen que dar en ese ámbito. “Los empresarios tienen que cuidar a los seres humanos que ayudan a construir las compañías”. Recalca que el engranaje de las políticas laborales y las de salud son responsabilidad del Estado.
Gina Watson, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Ecuador, calcula que se pueden prevenir 1,2 millones de muertes al año proporcionando espacios seguros a los empleados.
Entre los problemas que se presentan están el estrés, largas jornadas, sedentarismo y situaciones que se pueden prevenir. “Hay casos de personas que no usan guantes y retornan a casa así después de exponerse”.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, 7.500 personas mueren al día por desarrollar sus actividades en sitios inseguros e insalubres. (I)