7.836 bachilleres ejercen la docencia en las 24 provincias
La falta de educadores, especialmente en zonas rurales y fronterizas, ha generado que bachilleres ejerzan la docencia. Suman 7.836 maestros que no tienen título de tercer nivel e imparten clases en distintas instituciones educativas del país, a contrato.
Jorge Orbe, subsecretario de Desarrollo Profesional y Educativo del Ministerio de Educación, manifestó que se trata de una necesidad para que estudiantes de sectores alejados no se queden sin un derecho constitucional como es la educación.
Admitió que “son bachilleres que se incorporan al magisterio, ya que en determinados territorios de difícil acceso, sobre todo en áreas rurales distantes, no es posible contar con profesionales que tengan especialidad en educación y pedagogía, título de tercero o cuarto nivel”.
En la Zona 1, que comprende las provincias fronterizas de Esmeraldas, Carchi, Imbabura y Sucumbíos, 1.793 maestros-bachilleres ejercen la docencia, lo que equivale al 22% (ver infografía).
Para Nelly Miño, representante nacional de la Red de Maestros, la falta de docentes titulados, especialmente en las áreas rurales, probablemente se debe a los requisitos implementados en los últimos años, como es el título de tercer nivel.
“Antes había un margen elevado de docentes que salían de normalistas y tenían título de bachiller en Ciencias de la Educación”.
Igual ocurre con los profesores que imparten la materia de inglés. Dentro del magisterio, 10.100 docentes dictan esta cátedra en el país, de ellos, solo 3.500 tienen la certificación internacional B2 que avala su conocimiento, es decir, 6.593 maestros no poseen un nivel intermedio de dominio del idioma.
Salarios, formación y situación de los profesores-bachilleres
De acuerdo al escalafón del magisterio nacional, los profesores-bachilleres se encuentran dentro de la categoría J; sin embargo, según Orbe, quienes imparten clases en zonas de difícil acceso reciben un salario de alrededor de $ 675. “Lo que el ministerio ha hecho es realizar un incentivo en la remuneración de estos docentes, para que se homologuen a la categoría G y haya mayor interés de profesionales en ingresar a la carrera educativa, en mejores condiciones de remuneración mensual”.
Un ejemplo es Luis Fernando Rodríguez, quien se graduó de bachiller en la especialidad de mecánico automotriz. Él, desde hace cuatro años, ejerce la docencia en la Unidad Educativa para la Formación Deportiva Integral Independiente del Valle.
La influencia de su madre lo llevó a la docencia. Para Rodríguez, el apoyo por parte de la institución y el Gobierno ha sido vital: “Cuando yo ingresé, estuve en la categoría J, pero el ministerio se preocupó de los docentes con el incremento de salarios, lo cual es una motivación”.
Actualmente cursa el último año de carrera de Educación. Asegura que fueron los mismos estudiantes quienes lo motivaron a continuar. Contó que al inicio fue difícil debido a la falta de ciertos conocimientos, pero actualmente dicta las materias de informática, educación para la ciudadanía y filosofía, a niños y jóvenes desde 6° de básica hasta 3° de bachillerato.
La institución cuenta con 96 estudiantes y 8 docentes en total. Para la directora Jenny Mantilla, en principio hubo ciertos obstáculos: “Se le hacía duro porque (Rodríguez) no tenía la experiencia, pero se le ha ido guiando y él también se ha puesto a estudiar la carrera de docente y ha salido adelante. Muestra todo el cariño y conocimiento que tiene a los chicos”.
Según estos consultados, si bien es necesario cumplir los requisitos de un título de tercer nivel, es importante el amor y el apego de los docentes hacia la carrera. “No podríamos decir que un funcionario que no tiene título de tercer nivel puede perjudicar a sus estudiantes, podemos señalar que quien tiene título de tercer nivel puede ser más óptimo en su desempeño, no así que ellos no sirvan como docentes”, destacó Miño.
Política gubernamental y acompañamiento
De acuerdo a las autoridades del Ministerio de Educación, su política se basa en el reconocimiento de la actividad del magisterio.
Por ello los docentes bachilleres reciben un proceso de acompañamiento pedagógico y de capacitación a través de mentores, para contar con las condiciones necesarias para realizar las actividades educativas y perfeccionar sus actuaciones educativas dentro del aula de clases.
Alrededor de 400.000 docentes han recibido capacitación en distintas áreas disciplinarias, además de temas relacionados con el fenómeno del uso de drogas, prevención de la violencia, derechos a la educación o educación ambiental.
De igual forma, con el fin de garantizar en los estudiantes el aprendizaje de un idioma extranjero, el ministerio tiene un programa de formación para profesores. Para el efecto, cuentan con el apoyo de universidades nacionales y cooperación internacional. “La idea es que en 3 o 4 años, todos los docentes que dictan inglés tengan pleno dominio del idioma y de las didácticas de enseñanza-aprendizaje del inglés en el aula”, indicó Orbe.
Por su parte, los maestros dicen que son necesarias más universidades que oferten carreras de tercer nivel. Además, contar con becas para quienes ya se encuentran dentro de la docencia y así puedan obtener un título de tercer y cuarto nivel. (I)