Los diálogos por la paz comenzaron en plantel intercultural
Anacos, ponchos negros, alpargatas blancas y máscaras de lana con los colores del arcoíris sobresalieron ayer en Guayaquil. Niños y adolescentes se presentaron con esos trajes en los patios de la Unidad Intercultural Bilingüe Rumiñahui.
Ellos ejecutaron un baile tradicional indígena. Corrieron, hicieron círculos y se agarraron de las manos mientras giraban. En una de las tantas vueltas halaron a la titular del Ministerio de Educación, Monserrat Creamer, y la sumaron a la coreografía.
La convivencia de las diversidades étnicas se evidenció en ese plantel estatal. Esa institución fue escogida para arrancar la campaña “Vivamos en paz”.
La propuesta de la cartera de Estado tiene por finalidad la promoción del diálogo en la comunidad: alumnos, padres, maestros, profesores y autoridades del centro.
Johanna Chumbai, madre de familia, es parte de los denominados héroes de la paz.
Los que asumieron ese rol lucieron una camiseta blanca con la leyenda: ¡Vivamos en paz! Los voluntarios conformarán una comisión que dará seguimiento a los compromisos que se adquieren en los diálogos.
Para ello se conformarán mesas de alumnos, padres, maestros y directivos que formularán propuestas, mejoras y compromisos.
La madre de familia expresó que una de las necesidades principales es la de seguridad para los chicos que estudian en la mañana y por la tarde.
Este tipo de conversaciones se desarrollarán en 16 planteles donde se forman 20.500 estudiantes. Y el próximo mes se duplicará.
“El programa será nacional y durará todo el año”, precisó Creamer.
El ambiente de integración del Rumiñahui continuó el resto del día en el coliseo de la entidad. Allí los padres expusieron ante la autoridad los requerimientos.
Los principales pedidos fueron guardianía, vigilantes de tránsito, limpieza, profesores que sepan quichua y otros. Una autoridad anotó todo en un pizarrón. El lunes próximo continuará el diálogo. (I)