Con un beso se difunde el decreto contra el racismo
Un “beso intercultural” se dieron ayer padres, amigos y parejas en la plaza Foch de Quito, para darle una mayor difusión al Decreto Ejecutivo 60, que convirtió en política pública el Plan plurinacional contra el racismo.
La Secretaría de pueblos, movimientos sociales y participación ciudadana organizó este evento para difundir el plan que decreta, claramente, combatir durante los 365 días del año el racismo y la discriminación de todo tipo en el país.
La fiesta arrancó con la presentación de grupos musicales y artísticos a las 15:00. “La raza es lo de menos, yo soy feliz con ella”, dijo Carlos, de origen danés y novio de una mulata imbabureña.
“Queremos decirles a todos que el beso intercultural es una forma de mostrar cómo nos aceptamos y nos valoramos, nuestra diversidad cultural también se vive desde los afectos”, explica Katherine Chalá, coordinadora de este proyecto.
Varios artistas afroecuatorianos, indígenas, montubios y mestizos se sumaron a la iniciativa, todos trabajando en un mural con un tema cargado de optimismo y solidaria “buena onda”: Amor diverso contra la discriminación.
Dos videos estuvieron listos desde temprano para afianzar el mensaje: en ellos, una pareja -formada por un indígena saraguro y una afrodescendiente- contaba, con entusiasmo visible, su historia sentimental.
El programa incluyó, además, el renovador trabajo de un grupo urbano que mezcla ritmos afroecuatorianos con melodías indígenas y montubias.
El Decreto 60 fue emitido por el presidente Rafael Correa el 28 de septiembre del 2009, y está compuesto por cinco artículos; el primero señala que el Plan plurinacional contra el racismo debe aplicarse como política pública y a través de todos los medios del Estado.
También establece, mediante el artículo tres, que debe adoptarse una política laboral de acciones afirmativas para los sectores sociales históricamente discriminados.
El cuarto dispone que los concursos de merecimiento para formar parte del sector público deben realizarse aplicando criterios de valoración que incluyan la “igualdad étnica”.
Finalmente, pide que los ministerios de Educación y Cultura incluyan a representantes de todas las nacionalidades en monumentos, nombres de plazas, entre otros espacios de infraestructura pública.