El comer grasa durante la resaca afecta la salud
Albert Neira, de 50 años, se considera un bebedor social. Después de que celebra en alguna fiesta y se amanece va hasta el Suburbio de Guayaquil para probar un caldo de salchicha caliente.
“Eso me cura la resaca”, expresa. “Otra cerveza también me quita el dolor de cabeza”, asegura.
Sin embargo, según los médicos, esas solamente son creencias populares sin sustentos científicos.
Hidratarse es la primera acción que toda persona que consume alcohol debe hacer durante la “resaca”, ya que el cuerpo pierde líquidos y electrolitos necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.
La nutricionista María Chunez recomienda el uso de agua natural o de hierbas aromáticas con poco dulce, agua de coco (su pulpa es rica en antioxidantes y calma molestias gastrointestinales).
Por ningún motivo -advierte- debe ingerirse alimentos con gran contenido de grasas.
“No se recomienda papas fritas y un pollo broster, pues acelera el trabajo que desarrolla el hígado, el mismo que ya tuvo bastante con el proceso de metabolismo que realizó el día anterior”.
Cuando se efectúa ese tipo de combinaciones se exige de este órgano doble esfuerzo y hay el riesgo de desarrollar, a futuro, pancreatitis o cálculos en la vesícula asociados con una ingesta de alcohol y grasa simultáneamente.
Todo tipo de carnes y mariscos, se pueden saborear en el período de resaca; aunque deben evitarse que estén fritos o apanados debido a la cantidad de grasa.
La nutrióloga Alegría Dávalos señala que el encebollado es adecuado para combatir los síntomas del “chuchaqui”, porque está elaborado con albacora, un tipo de pescado azul rico en omega 3.
“Es ideal porque combina el tomate riñón, adecuado para esos malestares y yuca, carbohidrato que ayuda a elevar el azúcar que se pierde con el alcohol”.
Aclara además que este menú no debe ir acompañado de chifles, canguil o tostado porque eso añade grasa, la que en ese momento el cuerpo no puede procesar.
Los alimentos cítricos, como limón o naranjilla, no están contraindicados, porque la naturaleza del estómago es tener un Ph ácido.
“Equivocadamente tratamos de alcalinizar el Ph del estómago, ya que su naturaleza precisamente es ácida, ahí se produce el ácido clorhídrico que lo ayuda a defenderse. Es contraproducente que quienes tienen gastritis ingieran alcohol”.
Todas las frutas ayudan a mejorar la condición de la resaca. Las manzanas tienen una característica especial porque sus componentes (proteínas, vitaminas, fibra, entre otros) protegen el hígado, los riñones y limpian el organismo.
La médica familiar Betthy Jácome indica que tras una “farra” ya no es conveniente continuar al otro día.
Aunque se haga una pausa, la alcoholemia continúa en el organismo. Si no se permite que baje puede llegar a valores tóxicos a nivel neurológico con desmayos o convulsiones y tóxicos a nivel hepático. “El hígado tiene un umbral de aceptación de alcohol y si sobrepasamos su funcionamiento su rendimiento no será el adecuado”. (I)