La manifestación “14 millones”, organizada para mañana por diferentes grupos provida del país, no solo ha causado controversia en la comunidad GLBTI, sino también incomodidad al interior de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, presidida por el arzobispo de Guayaquil, Antonio Arregui, por haber utilizado su sello sin autorización.       

En un comunicado de la Conferencia dirigido al monseñor y Nuncio Apostólico del Ecuador, Giácomo Guido Ottonello, se cuestiona el uso de la estampilla de la entidad. “La utilización del sello de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana en la convocatoria realizada por el movimiento “14 millones” no ha sido autorizada por esta Conferencia y aparece contra su voluntad, expresamente comunicada a sus organizadores”, reza el documento. Más adelante, el secretario general de dicha entidad, Omar Mateo, dice “siempre aclaramos al Movimiento en mención que la Conferencia Episcopal no auspicia iniciativas de carácter político”.

En otro comunicado, también dirigido a Ottonello, el arzobispo de Quito, Fausto Gabriel Trávez, indica que “por las presentes letras certifico que no he autorizado para  la publicación de un folleto dirigido por el grupo “14 millones”, en el cual se encuentra el escudo de la Arquidiócesis, que da a entender que la diócesis o el arzobispo   auspician  este tipo de manifestaciones”.

La colocación de la imagen de la Conferencia Episcopal se trató de un malentendidoEn respuesta de ello, Giacomo Guido Ottonello, Nuncio Apostólico, dio a conocer la situación al ministro de Relaciones Exteriores Ricardo Patiño a través de una carta. En ella dice: “el Prelado hace presente que la utilización del sello de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana en el folleto de la convocatoria del movimiento “14 millones” no ha sido autorizada por la Conferencia, y que aparece contra su voluntad, expresamente”.

Ante esto, una de la voceras del Movimiento “14 millones”, Sol Rubio, aclaró que se trata de una iniciativa ciudadana que no representa a ninguna institución ni partido político y que esta polémica en lugar de perjudicarlos los ha ayudado a ratificar su independencia. “Por eso ya hemos mandado a recortar los logos de las instituciones religiosas para no tener más este inconveniente con los afiches”, dijo. Explica que la colocación de la imagen de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana se trató de un error del que se percataron luego de la realización del afiche.

Con ello coincide Cristina Franco, otra de las organizadoras del evento. “Fue un malentendido, pues la iglesia Católica comparte los mismos principios que nosotros respaldamos en esta marcha. El presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Antonio Arregui, incluso nos apoyó de forma verbal en la realización de esta manifestación”.