El 31 de diciembre de 2019 cerró la temporada pesquera en Galápagos, con la captura de 232,4 toneladas de langosta espinosa entera. Estas fueron desembarcadas en los puertos de los cantones Isabela, San Cristóbal y Santa Cruz. Como parte de los operativos contra la pesquería ilegal.

El volumen fue monitoreado por los guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) desde el 1 de agosto, cuando inició la pesquería de las especies roja (Panulirus penicillatus) y verde (Panulirus gracilis), dentro de la Reserva Marina de Galápagos (RMG).

Durante los cinco meses de pesquería fueron comercializadas hacia el continente 63 toneladas de langosta roja y 10 toneladas de langosta verde enteras; mientras que en cola la demanda fue menor, ya que alcanzó 22 toneladas de roja y 10 toneladas de verde; la diferencia sirvió para el consumo local.

Desde el continente también se registró gran demanda de langostas vivas, que fueron comercializadas principalmente desde Santa Cruz y San Cristóbal, como una modalidad nueva de negocio. De las 37.188 langostas vivas trasladadas, el 98% corresponde a la especie roja y el 2% restante a las verdes.

A pesar del cierre de la pesquería el 31 de diciembre, de acuerdo a la resolución 0057 emitida por la autoridad ambiental para regular el manejo de la pesquería en la provincia, hasta el domingo 5 de enero se podía comercializar y consumir langosta en Galápagos.

La Dirección del Parque Nacional Galápagos mantuvo controles permanentes durante todo el proceso, desde la captura, hasta la salida del archipiélago a fin de asegurar el cumplimiento de la normativa para una pesquería responsable y sostenible conforme a la ley ecuatoriana.

Como medida de manejo, la DPNG junto al sector pesquero acordaron la veda del langostino (Scyllarides astori), desde el 1 de agosto de 2019 hasta el 29 de febrero de 2020. (I)