Durante un año consecutivo Marlene Sabando pidió caridad en los exteriores de la Terminal Terrestre, de Guayaquil, porque su esposo estaba sin trabajo y no tenía dinero para mantener a sus tres hijos menores de edad.

“Yo vivo en el Valle de la Flor (en el noroeste de la ciudad) y en las tardes iba al terminal, pero es un peligro estar en la calle. A veces recaudaba $ 20, a veces menos”, recuerda Sabando, quien hace 3 años recibió ayuda de la Fundación Semilla de amor para salir de la mendicidad.

Su testimonio fue revelado, ayer, en la presentación de la campaña ‘Da dignidad’ de este año, organizada por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

La titular de la cartera de Estado, Betty Tola, explicó que hace 8 años, a través de las políticas públicas, se implementa de manera permanente la modalidad ‘Erradicación progresiva de mendicidad’, pero en diciembre el programa se intensifica porque hay una particularidad por el ambiente que se vive.

“Botar una moneda no dignifica a las personas, por eso invitamos a los ciudadanos que tienen la decisión de entregar víveres, juguetes y ropa, que los canalicen a través de los puntos de entrega que están en las oficinas del MIES y en la Gobernación de la provincia, de tal manera que eso permita entregar una ayuda de forma adecuada”.

Tola manifestó que dentro de la estrategia para eliminar esta problemática, el MIES trabaja en la sensibilización de las comunidades desde donde parten las personas a mendigar.

“Esta es una estrategia altamente positiva para que los niños, adolescentes o las personas con la intención de salir tengan una actividad concreta para realizar, como colonias navideñas, actividades de recreación”, explica.

La ministra enfatizó que la mendicidad en algunos casos es temporal. “Muchas de estas personas sí tienen un sustento económico, pero hay una forma de comportamiento en esta época navideña en que las personas asumen que pueden conseguir algo más”.

Este año el MIES invirtió $ 1’456.002, a través de 44 convenios de cooperación para atender a 4.941 personas que se encuentran en prácticas de mendicidad o en situaciones de riesgo de tenerlas.

La estrategia gubernamental también está asociada a la eliminación del trabajo infantil por lo que se implementará una forma de ayuda a las familias que comercializan productos con sus hijos menores de edad.

“Para ellos se extenderán los horarios de los Centros Infantiles del Buen Vivir hasta la noche, porque ahí reconocemos un límite, en que los niños están con la mamá o el papá y extienden la mano”.

Desde la implementación de la campaña ‘Da dignidad’, entre los años 2010 y 2013, se redujeron las prácticas de mendicidad el 80%.

Basada en su experiencia, Marlene Sabando recomendó a las personas no pedir dinero por las calles y agradeció a las entidades que la apoyaron a emprender un negocio propio de elaboración de productos de limpieza. (I)