Schubert Albán no tiene ninguna discapacidad, pero su hijo de 12 años sí. El menor sufre de parálisis cerebral, lo  que le impide movilizarse con facilidad, por lo que  usa una silla de ruedas. Aún así, su condición no le imposibilita acudir a los centros comerciales para disfrutar de un paseo, al que suelen llevarlo sus padres.  

Para sus progenitores llegar hasta ese lugar y encontrar un estacionamiento es todo un trajín. “Cada vez que vamos de compras tenemos que pelearnos con medio mundo para encontrar un parqueo”, dice Albán.  

El padre de familia señala que el viernes pasado “fue la gota que derramó el vaso” porque en el centro comercial El Jardín, en el norte de Quito, una persona parqueó un 4x4 en uno de los estacionamientos exclusivos para personas con movilidad reducida. “Con mi esposa reclamamos  a la conductora y nos dijo que no le importaba, por lo que hablamos con los guardias del centro comercial y nos comentaron que ellos no estaban autorizados a tomar ninguna acción”, indicó.

Su incómoda experiencia lo llevó esta semana a iniciar la campaña “Yo respeto”, a través de Twitter. “Este es un tema de las autoridades, los administradores de los centros comerciales, y de concienciación de la gente para que respete este espacio”, manifiesta.

El jefe de seguridad de mall El Jardín, Pablo Revelo, admite que diariamente busca que se respeten los espacios para discapacitados. “Verificamos que tengan el logotipo en la parte posterior del carro y si no lo tienen pedimos el carnet del Conadis”, sostuvo Revelo. Por ello, dice, “debería existir una campaña de respeto, de concienciación. Hasta  que no entre un patrullero y empiece a poner  multas  no van a entender”.

Para Gabriela Moncayo, quien se sumó a la campaña de su amigo Schubert, no  hay que llegar hasta esa instancia. “No es necesario que nos multen o que nos lleven presos para entender porque se trata de una cuestión de humanidad.. Esto no se puede elevar a una  regulación, sino que debe ser parte de las personas que formamos la sociedad”, dice. Por eso, como parte de la campaña, Moncayo adelanta que en los próximos días imprimirán 2.000 cartas, que colocarán en los vehículos de los carros estacionados en parqueos exclusivos.   

El presidente del Consejo Nacional de Igualdad de Discapacidades del Ecuador (Conadis), Xavier Torres,  señala que “muchos todavía no aprenden a respetar los procesos de inclusión. Hay que sensibilizarlos. Intentamos a través de nuestras normas que eso cambie. Por eso exigimos a los municipios que hagan respetarlas, y que intervengan la Policía y la Comisión, que son las instituciones que imponen la sanción”.  

Revelo cuenta que en un par de ocasiones en el centro comercial han llamado a algún patrullero, pero hasta que llegan los infractores ya se han ido.       

La administradora general del Recreo, en Quito, Marianela Berrezueta, en cambio, dice que aunque no se han presentado casos de personas que no quieran mover su vehículo, de pasar esto “bloquearían las ruedas del automotor e informaríamos a las autoridades competentes”.

Jéssica Alvarado, jefa del departamento de comunicaciones de la Comisión de Tránsito del Ecuador, explica que ante una situación así “se procede a elaborar la citación correspondiente, de acuerdo con lo establecido en la Ley Orgánica de Transporte Terrestre y se le solicita al conductor que mueva su vehículo para que quede el estacionamiento disponible”.         

Asegura que esto se da en cumplimiento del Art.140 literal e), que dictamina que el conductor que estacione un vehículo en los sitios prohibidos por la Ley o el Reglamento; o que, sin derecho, estacione su vehículo en los espacios destinados al uso exclusivo de personas con discapacidad o mujeres embarazadas será sancionado con una multa equivalente al 10% de la remuneración básica unificada.