Tenía que ocurrir. La aparición del primer caso confirmado de zika en Perú terminó por incluirlo en la lista de los 27 países del continente que albergan el virus.

Un ciudadano venezolano, de 27 años, que llegó desde Colombia, fue el primer portador de la enfermedad. La alerta verde decretada por el Ministerio de Salud (Minsa), como respuesta a esta amenaza, ordena que los centros de 309 distritos del país se mantengan alerta ante la presencia de los síntomas del zika.

Propagado por la picadura del zancudo hembra Aedes Aegypti, el virus se manifiesta con un intenso dolor muscular, conjuntivitis y fiebre. Cuando un cuadro así es detectado se lo remite inmediatamente a un Centro Centinela, como se denomina a los espacios equipados para comprobar o descartar la presencia del virus.

Antes de que el zika sea detectado por primera vez en Perú, unas 129 muestras llegaron hasta estos centros. Hasta el día de hoy, esa cifra no ha dejado de crecer, superando ya las 200.

Para el ministro de salud, Aníbal Velásquez (foto), Perú está preparado para enfrentar, de forma organizada, esta amenaza mundial. Su respaldo más grande es la experiencia que tuvo el Minsa con el chikungunya, enfermedad viral transmitida también por el zancudo. Mientras en países como Colombia la cifra llega a miles, en Perú hay 200 casos. La alerta verde se extiende a 20 regiones del país.

El distrito de Carabayllo, uno de los más pobres de Lima, y lugar de residencia del primer infectado, vio alterada su tranquilidad el pasado fin de semana. Cinco kilómetros a la redonda de la casa del infectado venezolano fueron fumigados. Es parte de la prevención del Minsa. Se espera fumigar 1.800 viviendas en ese distrito.

Otras zonas, como San Juan de Lurigancho, Puente Piedra y Ate corren el mismo peligro que Carabayllo. Esto se debe a las condiciones sanitarias de sus barrios, por ejemplo guardan el agua en tanqueros. Se calcula que un rango de 41 mil a 75 mil personas podrían ser afectadas si no se logra reducir esta condición.

Un punto sensible son los pasos de frontera. Tumbes, límite con Ecuador, y por donde el ciudadano venezolano cruzó hacia Perú, no presenta hasta ahora ningún plan especial que permita detectar la presencia del virus. En Iquitos, fronterizo con Brasil, un millón de dosis de fumigación se ha preparado para cubrir al 100% de la población. (I)