Luego de los reclamos de padres de familia y estudiantes en los exteriores del Colegio Particular Paco Moncayo, la mañana de ayer, el subsecretario de Educación del distrito Guayaquil, Juan Carlos Rodríguez, aclaró en rueda de prensa que el plantel educativo se encuentra intervenido y bajo un proceso de investigación, pero no está cerrado.   

Rodríguez indicó que la reubicación de los 240 alumnos  de esta institución -de donde era estudiante una joven que falleció por consumo de drogas en semanas anteriores- se realizará en cooperación con otras instituciones educativas fiscales,  para evitar que se atrasen más en su calendario académico.

“En ningún momento se ha buscado perjudicar a los jóvenes, ya hemos hablado con las diferentes autoridades de las unidades educativas donde sería trasladado el alumnado, dependiendo de la zonificación, o sea, del lugar donde viven”, explicó al funcionario.

“¿Qué tipo de bachiller van a tener con sus hijos? La educación es un servicio público y nos interesa que ellos sean bachilleres y puedan acceder a la universidad”, manifestó Rodríguez sobre la petición de los padres de familia de mantener a los chicos hasta que termine el actual período escolar.

También recalcó que en los tres meses restantes, y una vez que todos los estudiantes hayan sido reubicados, serán nivelados en los colegios fiscales donde los asignen, de acuerdo al año al que pertenecen y, en caso de haber diferencias en los conocimientos, serán los rectores quienes cubrirán esas falencias. Expresó de forma enfática que ninguno de los 240 estudiantes perderá el año.

“Según la interventora del plantel, Ketty Herrera Rivas, actualmente son 120 alumnos, entre escuela y colegio, que ya están estudiando en otras unidades educativas fiscales. Si los padres de familia no desean poner a su hijo en un colegio fiscal, también se los apoyará para que lo hagan en una entidad particular”, manifestó Rodríguez.

El Subsecretario indicó que no será necesario que estudiantes del colegio Paco Moncayo compren nuevos uniformes o implementos de estudios, porque el objetivo del traslado es que los alumnos del centro educativo Paco Moncayo puedan adaptarse a la nueva institución donde se los trasladará y puedan culminar normalmente el año lectivo en curso.

Asimismo, Rodríguez indicó que la Subsecretaría está apoyando a los profesores del colegio para que reclamen por sus derechos laborales, como son sus sueldos, los que aún no han sido cancelados. Varios de los docentes del plantel no tenían relación de dependencia bajo ningún contrato y tampoco estaban afiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Alumnos y padres de familia realizaron una protesta en los exteriores del plantel exigiendo que se les permita terminar el año lectivo en curso y que no sean reubicados, como es la orden del Ministerio de Educación. “No queremos ir a ningún lado, nos queremos graduar aquí. En otros colegios nos discriminarán, porque siempre hacen leña del árbol caído”, fueron algunos de los comentarios de varios alumnos de los últimos años de bachillerato, que no quisieron identificarse por temor a represalias.

La medida adoptada por la Subsecretaría de Educación se aplica para todos los estudiantes de la sección matutina y vespertina del colegio.

Los padres de familia piden que les permita finalizar el año académico a sus vástagos y que, si es necesario, ellos serán quienes paguen los salarios de los maestros y los meses adeudados de servicios básicos. “Pedimos lo justo como padres perjudicados”, comentaron Evelyn Pinargote y Ángela Fajardo. 

Respecto al caso de la menor fallecida por consumo de  drogas, Rodríguez comentó que ese tema lo maneja la Fiscalía y la Subsecretaría de Educación, institución que pidió al Fiscal los informes para incluirlos como parte de las irregularidades encontradas en el plantel en el transcurso del presente año.