El pasado fin de semana fue el más crítico en la capital. Se registraron 7 incendios y 3 conatos que afectaron 352 hectáreas de bosques. No hay un balance total de cuántos animales murieron ni cuánta flora se perdió, pero la Secretaría de Ambiente del Municipio realizará un inventario, según lo explicó Christian Rivera, director de Operaciones de Emergencia del distrito.

En 2 días se afectaron las zonas del cerro Auqui, Ilaló, Santa Rosa (vía Lloa), Alangasí, Guangopolo (sector Toglla) y San José de Minas. Las investigaciones señalan que el 95% de estos incendios fue provocado e intencionado.

Rivera narró a EL TELÉGRAFO que encontraron una zarigüeya que tenía quemaduras en el 90% de su cuerpo.Aunque fue trasladada al hospital veterinario de la Universidad San Francisco fue sacrificada debido a su delicada condición.

La clínica universitaria ha dispuesto su infraestructura para socorrer a la fauna en peligro. En todos los incendios registrados durante el verano, ha albergado liebres y a la puercoespín que se salvó de las llamas y fue devuelta a la naturaleza.

En los últimos incendios también se contabilizaron 2 perros atropellados. Uno de ellos fue llevado a Protección Animal Ecuador, el otro fue atendido por sus dueños.

En la zona de Toglla desafortunadamente murieron al menos 15 animales, entre gallinas, patos, cuyes y conejos que estaban en corrales.

Según los expertos, los incendios generarán migración de las aves que pudieron salvarse. El domingo se avistaron 2 especies grandes muy desorientadas sobrevolando la avenida Simón Bolívar, al sur de Quito.

Por ello, Juan Manuel Carrión, director de la Fundación Zoológica del Ecuador, aseguró que los ciudadanos deben adecuar espacios improvisados con alimento y agua en sus terrazas por la llegada de posibles aves desorientadas.

Carrión indicó que en esta época las aves de la zona, como tórtolas, colibríes, quilicos y mirlos, se preparan para la anidación. “Es una pérdida sensible de sus hogares, pues desaparecen los espacios para regenerarse”, aseguró.

En cuanto a vegetación, dijo que existen al menos 20 especies arbóreas, como pumamaqui, quishuar, aliso; también flores como orquídeas y bromelias; e invertebrados, como ciempiés, lombrices y ranas, que posiblemente perecieron.

La reforestación se realizará más adelante y con apoyo técnico, aprovechando que llega la temporada de invierno. “No es lo mismo la recuperación de pajonales y eucaliptos, pues con la lluvia, en pocos meses, veremos un follaje verde, pero donde ha habido devastación de arbustos y árboles,  la reforestación puede tomar meses e incluso años”, manifestó Christian Rivera.