'Agentes de cuatro patas' se retiraron con sus nuevas familias
Un grupo de 16 perros que conformaban las filas policiales se acogió este martes, 4 de julio, a su período de retiro.
Para esto, el Centro Regional de Adiestramiento Canino (CRAC) realizó un acto en el cual se dio la baja con honores a los 'compañeros de cuatro patas'.
De acuerdo con el Reglamento de Tenencia Responsable de Canes Policías, este proceso se aplica luego de que los perros cumplen un promedio de ocho años de servicio. Luego se realizan diferentes análisis para determinar si ellos cuentan con las condiciones para ser adoptados como mascotas.
Los guías que trabajan con los canes deciden si se los llevan a sus hogares; de lo contrario, se invita a la ciudadanía para recibirlos en sus casas. Este año, de los 16 canes que se acogieron al retiro, 10 fueron recibidos por sus compañeros policías; el resto por familias civiles.
En una ceremonia protocolar y simbólica, los 'agentes de narices negras' se ubicaron en el patio principal del centro de adiestramiento que se encuentra al norte de la ciudad.
En presencia del mayor Iván Ayala, jefe del CRAC, los canes llegaron junto con sus guías, vestidos con los chalecos que utilizaron durante su tiempo de servicio. Después se colocaron en fila para continuar con el acto formal.
A través del altoparlante, se conocieron las labores que cumplieron los canes. Los miembros de cuatro patas se desempeñaron en diferentes unidades: de relaciones públicas, guardia y defensa, detección de drogas, de personas y canoterapia.
Uno de ellos fue 'Wanko', un perro detector de drogas que fue acogido por el policía Boris Almeida. El perro cumplió controles en los aeropuertos de Quito y Guayaquil.
Otro de los agentes es la perrita 'Kira', que también se dedicó a la detección de drogas. Durante su vida profesional participó en operativos en los que se incautaron alrededor de 6 toneladas de sustancias psicotrópicas. La mascota fue adoptada por el cabo de Policía Jimi Rodolfo Narváez.
Como acto final, los canes desfilaron por una alfombra roja. De ahí, los nuevos dueños (tanto policías como civiles) recibieron al perro y firmaron un acta de compromiso con el cual ratifican que el exagente recibirá tratos adecuados.
Uno de ellos fue Roberto Cobo, morador del sector de Guayllabamba (parroquia de El Quinche). El hombre adoptó a 'Bella', una labrador de 8 años que se dedicó a la detección de drogas. "En mi casa tenemos una finca y la acogemos con cariño, en un espacio libre para que pueda correr". (I)