400 mujeres embarazadas contrajeron zika desde 2016
Desde que apareció en Ecuador el primer caso de zika, en enero de 2016, Katherina Parra y su familia toman las medidas necesarias para no contagiarse con el virus que ocasiona la enfermedad transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, también causante del dengue y chikungunya.
La joven de 22 años, con nueve meses de embarazo, se cuida más para evitar complicaciones que pueden malograr su gestación y provocar secuelas en el recién nacido. “Me aplico repelente, utilizo toldo para dormir, me pongo ropa larga y de colores claros y procuro no tener agua estancada porque allí se desarrollan los mosquitos”.
A través de personal del Centro de Salud Cisne 2, ubicado atrás de su vivienda, en el suroeste de Guayaquil, aprendió que una gestante con zika puede transmitir la afección al hijo que lleva en el vientre y ocasionar malformaciones, daños en varios órganos y microcefalia.
Katherina es una de las embarazadas que monitorea un equipo de esa dependencia del Ministerio de Salud Pública (MSP) en este sector porteño, a través de visitas y charlas de capacitación sobre los riesgos de la enfermedad.
Para combatir el contagio, el MSP realiza controles químicos (con abate) y físico en los criaderos de larvas (destrucción) y fumigaciones.
También ha sido importante la detección y el tratamiento oportuno de posibles complicaciones mediante la atención prioritaria de mujeres en los servicios de salud.
Todas estas actividades son parte de un plan nacional estratégico que ejecuta el ministerio con apoyo de organismos internacionales y que incluye a la fuerza pública y a la comunidad.
La situación en el país
En Ecuador, desde 2016 hasta la semana 16 del presente año, 400 mujeres embarazadas contrajeron zika. En nueve casos hubo transmisión vertical (de madre a feto): tres de ellos resultaron con malformaciones congénitas relacionadas con el virus, otros tres tienen diagnóstico no concluyente y tres más no presentaron afectaciones.
Estas cifras las anunció ayer la ministra de Salud, Verónica Espinosa, quien pidió a la ciudadanía que redoblen esfuerzos para proteger a las mujeres embarazadas del contagio del virus Zika, ante las complicaciones congénitas para el niño.
El año pasado, 2.946 personas (incluidas las embarazadas) tuvieron la afección y en lo que va de este 2017 van 634. Las provincias con más casos son Manabí, Guayas, Esmeraldas y Los Ríos.
El zika se transmite de madre a feto, por relaciones sexuales (permanece en el semen hasta seis meses), por transfusiones sanguíneas. Tiene una incubación de tres a 12 días después de la picadura.
De cada cuatro personas contagiadas, solo una presenta síntomas (duran de dos a siete días), lo que resulta un desafío, ya que pueden propagar el virus sin saberlo o –en el caso de las embarazadas– pueden tener el riesgo de malformaciones del feto, también sin sospecharlo.
Los signos más comunes del zika son alza térmica menor a 38°, sarpullido, dolor en las articulaciones, conjuntivitis seca (ojos rojos sin secreción). En ocasiones se presenta dolor muscular y dolor de cabeza. La enfermedad se transmite en 66 países. En América los más afectados son Brasil y Colombia. (I)