3.500 especies habitan en la Reserva Marina de Galápagos
Tiburones, mantarrayas, pingüinos, corales, lobos marinos, delfines, organismos vegetales y cardúmenes están entre las 3.500 especies de flora y fauna registradas en la Reserva Marina de Galápagos, un espacio catalogado así en 1998.
Eduardo Espinoza, responsable de Monitoreo de Ecosistemas Marinos de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), explicó que del total de especies, el 22%, (entre ellas el coral negro, el cormorán no volador y la canchalagua) es endémica, es decir, únicas y solo habitan en el archipiélago.
El funcionario detalló que la reserva marina es un espacio de uso pesquero artesanal y turístico.
Para el primer caso 1.000 marinos galapagueños, a bordo de 500 embarcaciones, operan en esa zona; mientras que para el segundo, se registra la visita anual de 230.000 turistas. La reserva cuenta con 89 sitios para buceo de superficie.
Otra actividad que se desarrolla en la reserva es la investigación. Alrededor de 20 instituciones (organizaciones no gubernamentales y delegaciones de universidades locales, regionales e internacionales) realizan estudios.
En la actualidad, un grupo de científicos de la Fundación Charles Darwin y técnicos del Parque Nacional Galápagos trabajan en la descripción de nuevas especies con el uso de submarinos.
Paralelamente, también se hacen análisis genéticos de especies que, morfológicamente, tienen varias similitudes, pero se está descubriendo que tienen diferencias.
Esta investigación está a cargo de profesionales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (de México).
Modificación
Como una medida de conservación, en octubre de 2016, se efectuó un cambio en la zonificación de la reserva: se estableció un espacio -el 30%- como una zona de no uso. Esto significa que no existe ningún tipo de pesca ni turistas.
Antes de la modificación, el área de no pesca se limitaba a las zonas costeras. Esto representaba el 10%.
Espinoza resaltó que la gran cantidad de especies que habitan en las Galápagos no solo es una muestra de la amplia biodiversidad nacional, sino que los ejemplares cumplen importantes roles ecológicos dentro de su hábitat.
El tiburón, un depredador tope que encabeza la cadena alimenticia, mantiene el equilibrio de las pequeñas poblaciones marinas.
En cambio, otros organismos, como los corales, crean ambientes únicos (los arrecifes).
El ecólogo y conservacionista Miguel Trujillo indicó que los arrecifes son considerados como los cimientos de los océanos. “Hay refugio, alimento y diversidad”.
Galápagos, por sus condiciones oceanográficas, presenta cinco diversos ecosistemas llamados bioregiones. La zona oeste, por donde pasa la corriente de Cromwell, lleva gran cantidad de nutrientes que producen abundancia de plancton y algas en el área donde habitan pingüinos y cormoranes. Estas especies no se encuentran en las otras bioregiones de la zona.
En el área central, en cambio, la biodiversidad es tropical. Allí crecen corales, caballos de mar, peces mariposas, entre otros.
Los tiburones, entre ellos el martillo y el ballena (que constan en la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), se concentran en la zona llamada Lejano norte. A diferencia de los pingüinos, estos también habitan en las otras bioregiones.
Espinoza agregó que las acciones de protección se basan en el Plan de Manejo de la DPNG, el cual se evalúa cada cinco años. La última revisión fue en 2015. (I)
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La Estación Charles Darwin seguirá operando
El Pleno de la Asamblea Nacional (con 113 votos a favor, dos negativos y cinco abstenciones) aprobó el acuerdo entre Ecuador y la fundación Charles Darwin, con el fin de garantizar la permanencia y funcionamiento de la estación científica en las Islas Galápagos.
El asambleísta Fafo Gavilánez, ponente del informe, recordó que en 1964 se firmó el primer acuerdo entre ambas partes, el cual ha sido renovado en varias ocasiones.
El último proceso inició el 26 de julio. El convenio suscrito por el Poder Ejecutivo pasó la evaluación de la Corte Constitucional y en esa instancia se decidió que el documento debía ser analizado por la función Legislativa.
A pesar de que para la sesión se esperaba la presencia de Arturo Izurieta, director de la fundación (foto), Gavilánez informó que el vuelo del funcionario tuvo complicaciones y por ello no se presentó.
Gavilánez resaltó que la aprobación establece recomendaciones. Una de ellas es la implementación de una cuota de investigadores locales y nacionales en los trabajos que realiza la estación científica.
Además sugiere que la Cancillería y la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) formulen un mecanismo de seguimiento de ese proceso.
Los asambleístas por Galápagos, Brenda Flor y Washington Paredes, coincidieron en que existe un trabajo científico que debe reconocerse.
Sin embargo, Paredes insistió en que es necesario que se aclaren las condiciones en las que se autoriza a la autogestión pública. Esto porque se corre el riesgo de que se convierta en una fundación mercantil, pues actualmente cuenta con una tienda de recuerdos. Otros legisladores se sumaron al pedido. (I)