Ciudadanía
Rocafuerte, tierra fértil que pasó a ser la capital del dulce
Desde su niñez, Marina Ramírez recuerda haber comido los dulces de Rocafuerte. Los alfajores son sus predilectos, aunque gusta también de los huevos mollos. “Siempre que queremos dulces, viajamos desde Portoviejo para comprarlos, porque aquí son los mejores”, menciona la mujer, quien está en la dulcería Los Almendros, en la vía Rocafuerte-Chone para hacer un pedido que enviará a Estados Unidos, para regalar a sus familiares que viven en el mencionado país.
Fernanda Romero, administradora del local, cuenta que a diario llegan personas para adquirir las delicias que ofertan para enviarlas a otros países. “Acá vienen muchas personas que viven en Europa y Estados Unidos para llevarse dulces en sus viajes, lo hacen porque tenemos un producto de primera calidad”.
Para Xavier Cruzatty, hijo de Marina, pasar por Los Almendros y no comprar un enrollado relleno de manjar es impensable. “El local siempre está lleno, pero no es solo aquí, los dulces de Rocafuerte son los mejores”.
Los Almendros es la dulcería más grande de Rocafuerte, de las 10 que hay establecidas, entre las que también está Bam- Bam. Tiene 18 años de funcionamiento y empezó como un negocio casero. Hace 2 años, Jimmy Romero (hermano de Fernanda) y su esposa, Hondina Delgado, decidieron potenciar la microempresa y remodelaron el trabajo.
“Hondina viene de una familia con tradición dulcera, empezó desde joven y se abrió camino. Dios la ha bendecido por su corazón muy grande”, menciona Fernanda, quien tiene 7 años trabajando con su cuñada.
Diariamente, en este negocio se hacen 3 mil alfajores y 1.000 helados. “Hay dulces de los que no hacemos inventarios, es difícil calcular todo lo que producimos. Además, hay productos que compramos, como la natilla, el queso o la mantequilla, que viene de Convento, así se ayuda a otras familias”.
Los Almendros tiene 15 trabajadores fijos, pero en temporada alta (como ahora que se acerca diciembre) aumentan a 30. En Rocafuerte, alrededor de 200 familias se dedican a hacer dulces y los venden a los locales más grandes o se instalan en una esquina del cantón o en la carretera que va a Chone, con pequeñas vitrinas.
Entre la variedad de dulces que hay en Rocafuerte, están los huevos mollos, los limones rellenos, los alfajores, el manjar, las cocadas, los troliches, los higos rellenos, los rombos de manjar, entre otros. Son más de 300 variedades.
Rebeca Cedeño, Gema Moreira y Julissa Paredes venden dulces. Aseguran que la atención al cliente es vital para que las personas vuelvan al local.
Las delicias de Rocafuerte son vendidas en varios puntos de la provincia, por lo que las personas de otras localidades las conocen como ‘dulces manabitas’.
Ulvio Macías es una de las personas que sacó el sabor de su tierra a otros cantones. Hace 30 años recorría las calles de Manta con alfajores que llevaba diariamente. Hace 20 años dejó de ser ambulante y se puso un puesto en la avenida 2. Ahí, diariamente expende huevos mollos, troliches, manjar, rompope, entre otras variedades.
“Hay algunos vendedores, yo conozco a 4 o 5, pero el cliente conoce la calidad de mi producto y por eso siempre me buscan”, resalta Ulvio, quien compra los dulces a su sobrina, María Isabel Rodríguez, conocida como ‘Mamaisa’. “Decidí venirme a Manta porque vi que era un buen mercado. Así, poco a poco fortalecí mi negocio y ahora mi producto se lo llevan a todo el país y al extranjero”.
Su sobrina, María Isabel, tiene 23 años haciendo dulces. “Yo empecé por pedido de mi tío, que me contrató. Mi abuela hacía dulces, mi mamá también y así la vida me llevó a hacer dulces a mí también”.
A pesar de la tradición familiar, cuenta que la mayoría de delicias las aprendió a hacer sola, “la necesidad me enseñó. No sé si por ser de acá nací con este don”.
‘Mamaisa’ no tiene local, hace las entregas en su casa, en Rocafuerte. Tiene como ayudantes a sus 3 hijas, quienes hacen dulces en sus ratos libres de la universidad. “No creo tener un local nunca, pero igual soy una esclava del dulce, prefiero trabajar a este ritmo”. (I)
Ulvio Macías se instala de lunes a sábado en la avenida 2 de Manta. Su mercadería procede de Rocafuerte; se la compra a su sobrina, María Isabel Rodríguez.
DATOS
Hace más de 100 años, las madres oblatas que estaban establecidas en Rocafuerte empezaron a hacer alfajores para venderlos y así recaudar fondos para las personas más necesitadas.
Con el pasar de los años, el uso del manjar, los huevos, la leche y demás productos abrió el camino a una variedad de dulces que actualmente llega a los 300.
Alrededor de 200 familias están dedicadas a la elaboración de dulces en la zona urbana y rural de la localidad.