Las vacunas antigripales ¿son efectivas?
¡Protégete! ¡Vacúnate! ‘Hazle frente a la gripe’. Con este aviso, que aparece en letras mayúsculas en uno de los pasillos de una institución pública, se busca llamar la atención de los trabajadores sobre la necesidad de protegerse contra el virus.
Cada año, las áreas de medicina ocupacional emprenden una cruzada para vacunar al mayor número de empleados y así evitar el ausentismo provocado por el contagio de influenza.
Aunque la vacuna ayuda a prevenir, no es una solución definitiva. Como con el resto de las vacunas, el organismo las reconoce como una infección y elabora anticuerpos frente a esos virus, pero a diferencia de las demás vacunas esta protección solo dura una temporada.
Por esta razón, cada año es necesario volver a inocularse, porque los virus también son diferentes.
Según lo describen los médicos en un artículo publicado en el diario La Jornada de México, el problema de la vacuna no radica en si es o no eficaz, sino, sobre todo, en la elevada frecuencia de mutación, lo que compromete la capacidad del sistema inmunológico de crear anticuerpos que sean eficaces a largo plazo. Además, existe una alta posibilidad de que en los próximos años el virus circulante ya sea diferente de aquel que lo contaminó. Es así que los anticuerpos que ha creado ahora ya no serán efectivos, o lo serán parcialmente contra la nueva cepa mutante.
El ecuatoriano Pablo Curay, médico ocupacional, indica que definitivamente el virus muta y por eso resulta difícil combatirlo al 100%.
“Las vacunas, por lo general, contienen las cepas más conocidas —2 o 3—, pero hay más de 200 cepas. Incluso así brinda cierta inmunidad”.
La protección contra el virus toma 2 semanas en desarrollarse, así que la persona podría haber contraído influenza justo antes o después de ponerse la inyección. Por esta capacidad de mutación, es preciso vacunarse cada año. En algunos casos, como precisa el médico, las personas se enferman al vacunarse, porque su sistema inmunológico está debilitado, pero no es una regla. Sobre la posibilidad de sufrir efectos secundarios, los médicos los descartan por completo.
Es así que para estudiar si había algún efecto secundario durante los días después de ponerse la inyección, investigadores estadounidenses vacunaron a 2.000 personas; a la mitad con la vacuna real y a la otra con agua salada. Hubo solo un efecto secundario reportado más frecuentemente por aquellos que recibieron la vacuna antigripal: dolor en el brazo en el que se había aplicado.
Para el médico Marco Antonio Gallardo, del centro médico Proendomed, la vacuna es recomendable, sobre todo, para las personas que padecen enfermedades que han afectado el sistema inmunológico, como el cáncer, por ejemplo. De igual manera, las personas que sufren diabetes también deberían optar por recibir la vacuna. El médico recalca que aunque las personas reciban la inmunización pueden enfermarse con otra cepa.
“Las empresas farmacéuticas solo hacen una proyección de acuerdo con la cepa de la gripe que podría atacar. Aunque se vacunó contra la cepa 18, puede adquirir la 16, por citar un ejemplo”. Aun así, la vacunación ayuda a prevenir el virus. (I)
CONTRA EL VIRUS
Cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) selecciona 3 virus que cree que serán los que más probablemente circularán durante el invierno.
La protección es más baja para quienes tienen más de 65 años, pero las consecuencias de contraer influenza pueden ser más severas.
Hay 2 maneras de prevenir el contagio: una inyección que contiene al virus inactivo y un aerosol nasal que contiene virus vivo, pero mucho más débil. (I)