El Tema
108 años de la Cruz Roja en el país
El día que la casa de Flor Arias (85 años), ubicada en el barrio 6 de Diciembre, parroquia Tarqui, se cayó a causa del terremoto del 16 de abril de 2016, ella pensaba que la Cruz Roja era una entidad donde únicamente se donaba y conseguía sangre.
Flor recuerda que el día del sismo había salido con uno de sus seis hijos a dar un paseo. Sintió el movimiento telúrico en otro lado del cantón Manta, pero cuando regresó a su casa, 3 horas después, cayó en sollozos: su casa, de construcción mixta, había colapsado. Una de sus hijas mayores, junto a un nieto que vivía en el lugar, fueron asistidos por personal del organismo de socorro.
Ella rememora que los voluntarios llegaron con agua embotellada y varios comestibles. Vestían chalecos con una Cruz Roja pintada en el pecho y la espalda. “Pensé que venían a pedirnos que donemos sangre, pero no, esta vez ellos nos ayudaban de otra forma”.
La labor de esta institución, en muchos sectores de Manabí y el país, a veces era como discreta. Sin duda, se percibió al organismo como el lugar donde se resolvían los problemas de la dotación de sangre, y cuyas ambulancias atendían emergencias médicas y primeros auxilios especialmente en accidentes en calles de zonas urbanas y carreteras, antes de la existencia del ECU911. Pero, después del 16A, su labor trascendió notablemente.
En el siglo XXl, los jóvenes que hacen voluntariado tienen más información sobre las diversas tareas de la entidad que nació en Ecuador el 22 de abril de 1910.
A pocas horas del sismo, la presencia de los hombres y mujeres de esta entidad fue notoria en las zonas de Pedernales (epicentro del terremoto), Portoviejo y Manta, está última, donde se registró el mayor número de víctimas (207). Las líneas de acción de este organismo se focalizaron en el rescate, abastecimiento de alimentos, análisis de daños, recuperación y acompañamiento en tareas de restablecimiento de la productividad, como es desarrollo de emprendimientos.
El pasado 20 de abril, la Cruz Roja cerró el capítulo de la asistencia internacional después del terremoto, pero los proyectos con el acompañamiento de Cruz Roja nacional continúan, informó Roger Zambrano, coordinador de la operación terremoto de la entidad.
Zambrano se acuerda de que se trabajó sin parar en Manabí y Esmeraldas, las provincias afectadas por el movimiento telúrico. La ayuda humanitaria que llegó de varias partes del mundo fue hasta octubre de 2016, mientras que de noviembre de 2016 a abril de 2018 fue la fase de recuperación en la que se atendió a 21 mil personas.
En Manabí llegaron a más de 6 cantones. El trabajo de Cruz Roja nacional e internacional se focalizó hacia las zonas rurales, donde se mapearon las necesidades de 108 comunidades y las prioridades fueron para 19 poblados, afirmó Zambrano.
Nuevos proyectos
Entre los proyectos con participación directa con las comunidades destaca los de saneamiento ambiental, incluidos la dotación y mejoramiento de los sistemas de agua potable. Así, Cruz Roja Ecuador se hace muy notoria por su participación con voluntarios y recursos para atender la emergencia derivada por la catástrofe natural.
La entidad así responde a los preceptos por los que nació, cuando en 1910, un grupo de médicos guayaquileños, ante la amenaza de un conflicto armado con Perú se reunieron en la sala de honor del Colegio Vicente Rocafuerte. Crean la Cruz Roja Ecuador y eligen a su primer directorio.
El 14 noviembre del mismo año, el presidente Eloy Alfaro Delgado reconoció al organismo mediante el decreto legislativo 1392 publicado en el Registro Oficial. En 1922 se dictan los primeros estatutos.
Su primer presidente fue Luis Robalino Dávila. La Cruz Roja Ecuador, fue creada 46 años después de la Cruz Roja Internacional que nació en Ginebra hace 154 años. La delegada de Cruz Roja Internacional para las tareas posterremoto en Ecuador, la española Carmen Ferrer, comentó que el apoyo a través de federación internacional de Cruz Roja, fue vital para Manabí y Esmeraldas.
Se lograron aportes del extranjero por $ 9 millones. Además resaltó el arribo de técnicos en rescate y planeamiento que llegaron desde Colombia, El Salvador y México, reseñó Ferrer.
En Manabí, en principio, el centro de acopio de las donaciones que llegaban desde varias partes del país y del extranjero, fue Portoviejo y posteriormente se cambió a Manta por situaciones de logística, comentó Zambrano. Teníamos un local amplio en el puerto manabita, eso permitía recibir los alimentos y vituallas que llegaban cada semana y que luego eran distribuidos a varios cantones especialmente los de la zona centro norte.
La entidad, además, cuenta con el primer Instituto Superior de la Cruz Roja. Ahí se forma a futuros profesionales en atención de emergencias y gestión de riesgo. Se imparten cursos en atención hospitalaria, primeros auxilios y gestión de riesgo. Uno de los hechos destacables es la creación del primer banco de sangre del Ecuador en 1946, el principal objetivo en torno a esta herramienta, garantizar la dotación de sangre segura para el país.
Para su mejor operatividad, Cruz Roja trabaja directamente con gobiernos seccionales en los temas de sensibilización y prevención. Voluntarios de todo el país forman parte del recurso fundamental del organismo. La mayor parte de los voluntarios que llegan hacia las oficinas operativas en toda la nación, arriban con la ilusión de prestar su contingente y desarrollar labores de solidaridad que son esenciales en una región altamente vulnerable a fenómenos naturales. (I)
Los voluntarios trabajaron en las tareas de entrega de alimentos y vituallas a los damnificados del terremoto del 16 de abril de 2016 en Manabí y Esmeraldas.
DATOS
Resultados. Según datos proporcionados por Cruz Roja Ecuador, en las tareas de salvamento después del terremoto del 16 de abril de 2016 sus rescatistas lograron recuperar con vida a 19 personas entre las provincias de Manabí y Esmeraldas.
La presencia nacional. La Cruz Roja está presente en las 24 provincias del país, cuenta con 7.519 voluntarios a nivel nacional. Existen 223 colaboradores en la Sede Central (ubicada en Quito), 138 colaboradores y Hemocentro Nacional 85. En cada provincia existe una Junta Provincial, que funciona de forma independiente.
Las donaciones. La ayuda a escala nacional que recibió Cruz Roja para atender la emergencia después del sismo llegaron a los $ 8 millones, de ellos $ 3,4 millones correspondieron a bienes y alimentos que fueron distribuidos en las zonas de desastres en las provincias de Manabí y Esmeraldas.
Los servicios. En Manta existe un centro de atención donde además la población puede acceder a servicios de radiografías, exámenes varios y banco de sangre. Los jóvenes se agrupan para el voluntariado. (I)