Uno de cada seis sobrevivientes de covid-19 presentan secuelas
Una investigación la Universidad de Washington reveló que uno de cada seis sobrevivientes de coronavirus desarrolla secuelas. Es un nuevo síndrome conocido como covid persistente o síndrome poscovid. Este padecimiento afecta con mayor frecuencia a quienes padecen enfermedades prexistentes, personas de 40 a 65 años y aquellos que mostraron más síntomas desde el inicio.
María Cristina Ayala conversó con El Telégrafo e indicó que se contagió de covid-19 al inicio de la pandemia. En ese tiempo, aún no existían restricciones, ni se exigía el uso de mascarillas. Pasó la enfermedad casi sin ningún síntoma, solo sufrió alteraciones en el olfato y el gusto. “Si bien mi paso por el covid activo fue leve, las secuelas que me dejó la enfermedad fueron muy raras”, manifestó Ayala.
Esta enfermedad emergente es definida por la Organización Mundial de la Salud como una condición que se presenta en personas que contrajeron infecciones, confirmadas o probables, de coronavirus. Suele aparecer normalmente tres meses después del inicio del covid-19. Los síntomas duran al menos dos meses y no pueden explicarse por un diagnóstico alternativo.
En el caso de María Cristina, tuvo algunas reacciones poco comunes. “Por un lado, tenía problemas de memoria, insomnio, comencé a desarrollar una distorsión del olfato”. Ella se refiere a un padecimiento conocido como cacosmia. Es decir, que todos los olores los percibía con aroma a heces. Además, presentó una inflamación en la piel y ataques de ansiedad.
Se identificaron más de 200 síntomas diferentes del covid persistente y es considerada una enfermedad multisistémica, es decir que no solo afecta al sistema respiratorio, sino que puede atacar al sistema pulmonar, cardiovascular y nervioso, y puede provocar efectos psicológicos adversos.
Algunos síntomas del covid persistente son: la pérdida del olfato (anosmia), dolores musculares, fatiga, dificultad para respirar (disnea), ansiedad, taquicardia, disfunción cognitiva, pérdida de memoria, entre otros. Los síntomas en María Cristina le duraron por más de un año y medio. “Secuelas iban y venían, también estaban relacionadas con mis ciclos menstruales. Había días en mis ciclos específicos donde se intensificaban las secuelas. Pero digamos, en un proceso cíclico, poco a poco han ido aminorando”, señaló.