El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) de Ecuador reportó que en 2018 la enfermedad isquémica del corazón fue la principal causa de muerte en hombres y mujeres con 7.862 defunciones.

En tanto, el Registro Estadístico de Defunciones Generales de ese mismo año confirma que los fallecidos por enfermedades cerebrovasculares en el país sumaron 4.450 y por las  enfermedades hipertensivas fueron 3.307.

A nivel global, en 2017 la OMS reportó 17,8 millones de defunciones a causa de enfermedades cardiovasculares, lo que representó el 32% del total de los fallecimientos en el mundo.

El doctor José Ismael Dranguet, especialista en Medicina Interna y Medicina Intensiva, señaló a este diario que existen factores de riesgo, como una mala dieta, que desencadenan complicaciones en la salud y, sin embargo, es posible prevenir.

Precisó que una alimentación desorganizada y con excesos en el consumo de sal, grasas y la hiperalimentación con carbohidratos derivan en otras afectaciones de la salud e incluso llegan a ocasionar la muerte.

El galeno, quien ejerce su profesión en Santo Domingo de los Tsáchilas, dijo que la ingesta de grasa aumenta el colesterol y ello también reduce el calibre de las arterias, otro factor que hace aumentar la tensión arterial.

“El proceso de reducción del calibre de las arterias por acumulación de grasas se llama ateroesclerosis”,señaló, al precisar también que este es un elemento que influye para que se produzca la hipertesión arterial.

“Los órganos de la hipertensión son el cerebro, el riñón y el corazón, de manera fundamental”, acotó.

El máster en infectología añadió que otra complicación de la hipertensión son además las hemorragias y las isquemias cerebrables, que producen invalidez de forma importante en muchos pacientes. Otra afectación relacionada es la insuficiencia renal. “Hoy el mundo está lleno de pacientes en hemodiálisis y cuando usted le pregunta, casi todos tienen como antecedentes a la diabetes o hipertensión”, anotó el experto. (I)