La OMS aconseja no más de 12 cucharaditas al día
Ingesta excesiva de azúcar, letal para los órganos
Agua carbonatada, acidulantes, saborizantes naturales y cafeína son parte de los componentes de las gaseosas, mientras que los energizantes contienen L-carnitina, dextrosa, preservantes, colorantes, ginseng, regulador de acidez. En los jugos, en cambio, hay desde agua tratada, tartracina, conservantes y pulpa de una fruta, que varía según el sabor.
En las tres bebidas, el azúcar es el segundo componente de la amplia lista de ingredientes químicos.
Desde este mes estos productos pagarían un impuesto de 25 centavos por litro, según la nueva reforma tributaria, con la que se deroga el artículo 82 de la Ley de Régimen Tributario de 2004. Las bebidas azucaradas no aparecían en esta normativa con una tarifa, sino tan solo los cigarrillos y las bebidas alcohólicas, incluida la cerveza.
Desde ayer se prevé que la propuesta sea calificada por el Consejo de Administración Legislativa, aunque ya fue asignada a la Comisión de Régimen Económico.
Leonardo Orlando, director general del SRI, explicó que tributarán en función del volumen del contenido en litro de esas bebidas. “Pagarán algo más las que son de mayor contenido, por ejemplo las de 3 litros registrarían un incremento de $ 00,60, al pasar de $ 2.50 a $ 3.10”.
¿Cuál será el impacto del impuesto tanto en lo económico como en la salud? Una madre de familia, el dueño de una tienda, una nutricionista y dos médicos analizan la futura medida.
César Obaco, quien tiene un minimarket en las calles Francisco Segura y la 25 en Guayaquil, no cree que la reforma no afectará en las ventas. “Da miedo ver cómo las personas compran cola. Solo en el mes hubo mil dólares en consumo de bebidas carbonatadas en mi tienda”. El agua representa solo un tercio de las compras que realizan, el 70% es de gaseosas y jugos.
Uno de sus frecuentes clientes es Luis Tixer, de 43 años, quien dice que cuando bebe agua no se siente igual como cuando se toma una gaseosa: “me refresca y es más rica”.
Reconoce que en su familia compran 2 litros de gaseosa pasando un día, y que gastan entre $ 10 y $ 12 a la semana.
Calculando los gramos en azúcar
Una gaseosa de 2 litros rinde 8 porciones. Cada una de estas porciones representa 25 gramos de azúcar, lo que a su vez equivale a 5 cucharaditas. En total el producto tiene hasta 40 cucharaditas de glucosa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir no más de 12 cucharaditas de azúcar al día por persona.
Noelia Icaza, egresada de la carrera de nutrición de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), explica que 5 gramos es igual a una cucharadita de azúcar y 15 gramos a una cucharada, por ello es importante revisar la información nutricional de todas las bebidas. “Por ejemplo, si una gaseosa tiene 37 gramos de azúcar se estaría consumiendo casi más de 7 cucharaditas”.
Hay jugos y bebidas energizantes que tienen menos de 20 gramos de azúcar. Icaza explica que aquí hay que revisar muy bien las porciones. Por ejemplo, en energizante de 365 mililitros que contienen 14 gramos de azúcares, la tabla indica que son para 4 porciones. Esta cifra, explica, hay que multiplicarla para los gramos. En total suman 11.2 cucharaditas de azúcar”.
A pesar de las advertencias el consumo de bebidas procesadas se ha popularizado. Ángel Alarcón, coordinador de la Clínica de Simulación Médica y Robótica de la Universidad Central del Ecuador, explica que el abuso de estos productos provoca una excesiva salida de insulina y que esto genere diabetes por al agotamiento del páncreas.
“Al ser jóvenes, los pacientes no detectan un trastorno metabólico porque el organismo compensa a lo largo de estos años el consumo de azúcares, y creen que están saludables, pero es un gran engaño y luego empiezan a tener problemas. Ahí es cuando se van a arrepentir de haber tomado bebidas azucaradas”.
El exceso de gaseosas también trae alteración a nivel cerebral.
El cardiólogo Manuel Célleri explica otra consecuencia de la ingesta exagerada de sodas y jugos procesados: enfermedades como la diabetes y cardiovasculares.
“El sistema vascular del diabético se daña más rápidamente que el de una persona sana”. Cita que el 50% de las personas infartadas son diabéticas. Por ello recomienda a sus pacientes comer frutas y evitar las colas, porque además de azúcar tienen componentes químicos “que desconocemos y que son más dañinos que hace 30 o 40 años”.
En los supermercados la dinámica del consumo de bebidas azucaradas es variable y hay opiniones diversas sobre un posible impuesto a estos productos.
Alexandra González, madre de familia, está de acuerdo con que suban los impuestos a estas bebidas, al igual que al cigarrillo, porque no son necesarios. “A mi hija le hago jugos naturales porque es más económico comprar frutas, me salen más porciones, en cambio, en una paca de jugos se gasta más”.
Según Alarcón, esta es una excelente medida de salud pública que permitirá reducir el consumo. “Es importante esta intervención porque en el país todavía hay 500 mil diabéticos no diagnosticados”.
Mientras que el médico Icaza asegura que la propuesta del impuesto es una medida económica a corto plazo que llevará a las empresas a repensar en su fórmula y a dar una opción más sana, como ocurrió con el semáforo, que posibilitó que el consumo de sal bajara.
Eso sí agrega que un tributo no es la única medida, es necesario también impartir educación alimentaria en las escuelas. “Esta sería una herramienta a largo plazo que permitirá que los niños aprendan a elegir buenas opciones de alimentos, que escojan agua o jugos de frutas naturales, en vez de una gaseosa”. (I)
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Reino Unido anunció impuesto
Media docena de países gravan las gaseosas
México, Francia, Finlandia, Noruega, Australia, Hungría y diversas islas del Pacífico desde hace algunos año ya gravan las bebidas azucaradas.
El país azteca aplica a las bebidas azucaradas un impuesto especial de 1 peso ($ 0,80) por litro. Ocupa el primer lugar a nivel mundial en consumo de refrescos, con 163 litros por persona al año, sobrepasando con el 40 % a los estadounidenses que toman 118 litros.
Al igual que en Ecuador, en otros países de América Latina la propuesta de imponer una tarifa a las bebidas también se ha tratado. Uno de ellos es Colombia, donde el 51,2% de las personas de entre 18 y 64 años presenta algún tipo de exceso de peso. El Ministerio de Salud de ese país propuso imponer estos impuestos con la expectativa de recaudar $1,89 billones para servicios médicos.
Lo mismo sucede en Europa. El gobierno de Reino Unido anunció la introducción en un plazo de dos años de un tributo para las bebidas con 5 gramos de azúcar por 100 mililitros y, otro más alto, para las que tienen más de 8 gramos por cada 100 mililitros.
Esto provocó que la Federación de Comida y Bebida británica criticara el impuesto. El ejecutivo espera recaudar alrededor de $ 771 millones al año.
Las medidas han sido aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque ellos recomiendan que, para lograr los efectos deseados, el impuesto sea superior al 20%. La propuesta de Ecuador de gravar con 25 centavos a las gaseosas y juegos azucarados acataría lo dispuesto por la OMS. (I)
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El azúcar solo es el 7% de dieta diaria
Noruegos, ejemplo de buena alimentación
La epidemia del sobrepeso y la obesidad afecta a unos 2.100 millones de personas en el planeta, casi un tercio de la población mundial. Hay países en donde los índices son bajos, entre ellos están la India (2.1%), Indonesia (2.4%), China (2.9%), Japón (3.5%), Corea (4.5%), Noruega (10%), Suiza (10.3%), e Italia (10.4%).
El azúcar como aporte es moderado en algunos países de Europa. En este grupo sobresalen Noruega y Hungría, cuya ingesta de azúcar con respecto a las calorías es de apenas el 7%. Japón es otros de los países donde la ingesta de este aminoácido es reducida. En Okinawa hay más centenarios con buena salud.
Su dieta está exenta de productos lácteos y su consumo de azúcar es mínimo. Los japoneses de este lugar no toman nada de postres industriales sino que prefieren una fruta, beben mucha agua y té verde. 5 gramos por cada 100 del producto es un contenido bajo en azúcar.
“Tenemos sólidas evidencias de que si mantenemos unos niveles de azúcares libres por debajo del 10% del total de calorías diarias se reduce el riesgo tanto de sobrepeso, como de obesidad y caries”, aseguró Francesco Branca, director del departamento de nutrición para la salud y el desarrollo de la OMS.
Además Polonia, Alemania, Italia y Austria cumplen con la recomendación de la OMS de consumir 400 gramos de fruta y verdura por día. (I)